Por Adriana Reid

 

En este mes del amor y la amistad, quisiera hablarte sobre un tema que de manera recurrente observo en mi consulta. 

Nuestra habilidad o capacidad para relacionarnos forma parte de nuestra programación desde la infancia. Entre los factores que influyen está el tipo de relación que modelaron nuestros padres o personas que considerábamos como autoridad. La sociedad, los cuentos y las películas también tienen una influencia sutil en nuestra forma de percibir la realidad. 

“Lo más fácil es relacionarnos, lo más difícil es siempre querer algo distinto.”

 

¿A qué se debe?

Generamos expectativas en torno a lo que creemos que debería ser una relación y si es o se parece, encontramos paz, si no, angustia.

Nuestro cerebro es un órgano, con diferentes características, que vale la pena conocer: está programado para la supervivencia, guarda emociones, sentimientos, creencias, actitudes y consecuencias de decisiones con relación a las vivencias y experiencias del pasado y responde a lo que se quedó guardado ahí, es decir, no a lo que queremos sino a lo que en el fondo creemos. 

Para mejorar nuestra habilidad de relacionarnos de manera afectiva, te propongo revisar las definiciones que guardas en tu sistema de creencias sobre conceptos como: amor, compromiso, lealtad, fidelidad, los roles de cada uno, tus ideas y expectativas; es decir, qué esperas de la otra persona en una relación. 

Es muy importante analizar lo anterior para que realmente se trate de buscar relacionarte con alguien y no caer en el hábito de confundir amor con necesidad. 

 

Sé un ingeniero/a en “software humano”

La configuración de nuestra mente subconsciente juega un papel muy importante en este hábito debido a que guardamos en él creencias y mecanismos de defensa que nos ayudaron a sobrevivir. Hacer una revisión de esta configuración puede ayudarte a ser el observador de los programas que quedaron guardados en tu sistema operativo, algo así como convertirte en ingeniero/a en software humano. 

Si esperamos que los demás cubran nuestras necesidades de aceptación, validación, reconocimiento, comprensión, compañía, desde nuestra configuración de la infancia, lo más probable es que terminemos frustrados, decepcionados y confirmando una vez más nuestra creencia limitante de no ser lo suficientemente bueno/a para merecer amor. 

 

• Si quisieras conocer más sobre tu configuración subconsciente o pertenecer a nuestra lista de distribución, escríbenos un correo a info@be2be-coaching.com, con el asunto: Quiero suscribirme/febrero.