Este refrán nos invita a considerar complejidades y matices de la intención y el lenguaje detrás de la búsqueda humana, así como las expectativas que la acompañan. 

Por Adriana Reid

Este mes de abril, seguimos con el análisis del lenguaje con el propósito de invitarte a generar el hábito de reinterpretar y explorar los usos y costumbres de las palabras que dan significado a nuestras experiencias. Ahora toca el turno a: «El que busca encuentra.»

Este refrán en particular destaca por su sencillez y profundidad: a simple vista, parece transmitir seguridad y confianza en el resultado de nuestra búsqueda. Sin embargo, al analizarlo detenidamente, nos enfrentamos a algo mucho más profundo. 

Veamos por qué: es posible que hayas escuchado este refrán con un toque de sarcasmo, utilizado por alguien con el propósito de deslindarse de responsabilidades, como si la carga recayera en aquel que necesita información adicional y no en aquel que algo oculta. 

Al mismo tiempo, nos invita a reflexionar sobre nuestras expectativas y creencias acerca de la búsqueda y el descubrimiento. ¿Por qué buscamos algo con tanta perseverancia, incluso cuando no estamos seguros de qué es exactamente lo que buscamos? ¿Cuál es el motor que en realidad nos impulsa a explorar e investigar, y en última instancia, a conocer?

Analicemos su significado con la intención de reflexionar de manera más profunda sobre la naturaleza misma de la búsqueda y el encuentro. ¿Qué nos lleva a buscar en primer lugar? En realidad ¿Estamos en busca de respuestas y soluciones o simplemente queremos confirmar nuestras propias creencias y convicciones?

 

Complejidades y matices

Este refrán nos invita a considerar complejidades y matices de la intención y el lenguaje detrás de la búsqueda humana, así como las expectativas que la acompañan. Es común que busquemos respuestas con la esperanza de encontrar una solución rápida o una confirmación de lo que creemos saber. Sin embargo, la realidad es que es muy raro que la búsqueda sea tan simple o lineal como imaginamos.

“Déjate sorprender” diría un muy buen amigo mío. El significado que le daba a esta frase era sembrar la esperanza después de soltar una creencia… “Si no fue como lo esperabas, tal vez pueda ser mejor.”

Este mes, reflexiona y cuestiona tus percepciones y creencias dentro de tu proceso de autodescubrimiento. No te sorprendas con el uso irónico de esta frase: si tienes la necesidad de obtener información, tienes derecho a pedirla. 

 

Para tu caja de herramientas 

  1. Coloca una libreta junto a tu cama antes de ir a dormir.
  2. Cuando despiertes, tómate unos minutos para escribir tres cosas por las que estés agradecida.
  3. Pueden ser pequeñas cosas como el sol que brilla, una sonrisa de un ser querido o la oportunidad de empezar un nuevo día. Concéntrate en el sentimiento de gratitud mientras escribes.
  4. Repite este ejercicio diariamente para cultivar un sentido más profundo de aprecio por las bendiciones en tu vida.
  5. Observa cómo este hábito afecta tu estado de ánimo y perspectiva a lo largo del día.
  6. Recuerda la gratitud y la depresión no viven en el mismo lugar.

Si sientes que luchas con tus emociones, no dudes en buscar ayuda profesional. Si deseas explorar más sobre este tema, quieres proponer algún refrán o unirte a nuestra lista de distribución, escríbenos a info@be2be-coaching.com con el asunto: «Quiero suscribirme/abril2024» o llena este formulario.

 

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