En cáncer de mama la alimentación depende de la fase en la que se encuentre la paciente, no es lo mismo una paciente que se está preparando para una quimioterapia o una radioterapia que para quien ya terminó sus tratamientos y se encuentra en la fase de supervivencia
Por Mónica Márquez
Definitivamente, la alimentación es crucial en el desenlace de la mayoría de las enfermedades, una buena alimentación nos puede ayudar a mejorar el pronóstico, pero cuando no hay una correcta asesoría nutricional los resultados pueden ser negativos. Específicamente en cáncer de mama es muy importante mantener un buen estado nutricional.
La alimentación va a depender de la fase en la que se encuentre la paciente, no es lo mismo para quien está preparándose para una quimioterapia o una radioterapia que para quien ya terminó sus tratamientos y se encuentra en la fase de supervivencia, explicó la Doctora Karina de Jesús Díaz López, nutrióloga y Profesora Investigadora de Tiempo Completo de la Facultad de Medicina y Psicología de la UABC.
“Antes de empezar el tratamiento es muy importante mantener al paciente en un estado nutricional adecuado para mejorar los resultados de salud”, explicó, “así mismo, la correcta alimentación durante el tratamiento ayudará a disminuir los efectos secundarios, como náuseas y falta de apetito, en este caso se debe optar por alimentos de fácil consumo y de buena calidad nutricional, ya que el principal objetivo es que la paciente no pierda peso en esta etapa”.
“El tratamiento puede llevarlas a que pierdan peso y masa muscular, lo cual se ha relacionado con mayor tasa de mortalidad. Lo que buscamos es mantener lo más que se pueda la masa muscular”, explicó.
Una nutrición previa adecuada
El consumo de verduras crucíferas, es decir, arúgula, brócoli, repollo, coliflor, rábano y verduras de hoja verde debe de promoverse antes y durante el tratamiento para cáncer de mama, recomendó la Dra. Díaz López.
“Las investigaciones demuestran que estas verduras tienen componentes químicos que ayudan a desactivar células cancerígenas; la evidencia sugiere que son benéficas principalmente en la prevención del cáncer”.
La doctora también mencionó que las organizaciones de cáncer a nivel mundial dan recomendaciones muy específicas: consumir 4 porciones de verduras crucíferas y dos porciones de fruta con al día, partiendo de que cada porción varía entre media y una taza.
Otro punto importante son las grasas, ya que principalmente en el cáncer de mama el consumo elevado de grasa es un factor de riesgo para que aparezca o regrese la enfermedad, afirmó, por ello hay que limitar su consumo, por ejemplo, para una dieta de 2,000 calorías hay que consumir no más de 45 gr de grasa al día, lo que representa menos del 20% del consumo total de energía de acuerdo con las recomendaciones de las organizaciones de cáncer a nivel mundial.
“Es importante que el paciente acuda con un nutriólogo para determinar sus necesidades energéticas y distribuirlas adecuadamente durante el día”.
Después del tratamiento
Cuando la paciente haya finalizado su tratamiento, lo más recomendable es que lleve una dieta mediterránea, la cual se centra en consumir alimentos como pescado, frutas, verduras, granos integrales, así como grasas de origen vegetal. La carne roja, embutidos y los productos azucarados deben estar limitados.
“Hay que cuidar dos puntos muy importantes: el consumo de calcio porque los tratamientos pueden afectar la densidad mineral ósea. En ese sentido, la actividad física de resistencia nos puede ayudar a protegernos contra la osteoporosis”.
“Por otro lado, se ha dicho mucho que el consumo de lácteos no se debe recomendar en sobrevivientes de cáncer de mama esto es debido a que anteriormente los lácteos se relacionaban a un aumento del riesgo de esta enfermedad, sin embargo, actualmente se sabe que el riesgo es debido a la cantidad de grasa que contienen los lácteos por lo que, si consumimos lácteos bajos en grasa, no pasa nada”, explicó.
También es importante consumir una adecuada cantidad de proteína, lo recomendable es 1 gr por kilogramo de peso, es decir, si pesas 50 kilos, solo debes comer 50 gr de proteína en un día. Esta se obtiene de los productos de origen animal, como huevo, además de pescado, pollo y carne.
Alimentos permitidos
-Carnes blancas como pollo y pescado, rico en Omega
-Carne roja magra, pero solo una vez a la semana
-Atún
-Verduras crucíferas: arúgula, brócoli, repollo, coliflor, rábano y verduras de hoja verde
-Frutas
Los alimentos prohibidos
– Productos procesados como dulces, papitas.
-Los embutidos como la salchicha, el jamón y el tocino.
-Alimentos procesados o precocidos.
-Evita los aderezos, en su lugar opta por el limón o el aceite de oliva.
Para considerar
A continuación algunas recomendaciones dadas por la Dra. Karina de Jesús Díaz López
-Mantén un peso corporal saludable, ya que el exceso de grasa se relaciona con el riesgo de reincidencia de cáncer de mama.
-Sé físicamente activo, se recomiendan 10,000 pasos diariamente. Además, realiza actividad física de resistencia, como pesas y banda elástica.
-Identifica tus debilidades en cuanto a alimentación, analiza lo que debes cambiar y trabaja en ello.
-Cuando vayas a hacer cambios de nutrición, busca la ayuda de un profesional.
