Los niños no siempre son muy obvios y muchas veces ellos no saben decir lo que sienten, por eso es importante reconocer los cambios de comportamiento como posibles señales de alerta para ayudarlos a afrontar el estrés y mejorar su estado de ánimo.

Redacción Salud Actual 

“Los niños no se estresan, a ellos qué les puede preocupar”, dicen algunos adultos, pues la noticia es que sí llegan a sufrir estrés y se puede deber a la dinámica familiar, las amistades inestables o la escuela, entre otros,incluso, en el niño más despreocupado.

Según la Asociación Estadounidense de Psicología, los signos de estrés en los niños no siempre son muy obvios y muchas veces ellos no saben decir lo que sienten, por eso es importante reconocer los cambios de comportamiento como posibles señales de alerta para ayudarlos a afrontar el estrés y mejorar su estado de ánimo.

Ayúdalos a sentirse mejor
Si te preocupa que tu hijo se sienta estresado, el primer paso es hablar con él; lo mejor es usar palabras que pueda entender mejor que “estresado”; opta por preguntarle si se siente asustado, enojado o triste.

Si tienes miedo de que tu hijo esté experimentando un estrés significativo, habla con su médico. Puede resultar útil trabajar con un profesional de la salud mental para identificar qué está causando su estrés y ayudarlo a aprender herramientas saludables para afrontarlo.

Actividades para mejorar su estado

Si el estrés de tu hijo se debe a un mal día, intenta animarlo con los siguientes consejos de la Academia Estadounidense de Pediatría para ayudarlo a mejorar su estado de ánimo.

-Juego al aire libre

Traten de pasar juntos al menos 30 minutos al aire libre todos los días, pero no olviden el protector solar y el agua para hidratarse.

-Un sueño de calidad

Las rutinas a la hora de acostarse son importantes y pueden ayudar a los niños a dormir y descansar lo suficiente cada noche.

-Que lleve una dieta saludable

Dale alimentos ricos en ácidos grasos omega-3; elige muchas verduras, frutas y cereales integrales, y limita los alimentos con alto contenido de azúcar, sal y grasas saturadas.

-Mantenlo conectado con el exterior

Los padres pueden ayudar a los niños a aprender cómo hacer amigos participando en clases locales, grupos de juego, equipos deportivos o en el patio de recreo. Y las visitas periódicas o videollamadas con los abuelos también funcionan.

-Explora su creatividad

El arte puede ser curativo. Ya sea que a tu hijo le guste tocar música, dibujar, pintar, cantar o realizar parodias, cualquier forma creativa puede aportar color a su mundo.

-Que practique la gratitud

Invita a tu hijo a escribir al menos tres personas, lugares, eventos o cosas cada día que lo hagan sentir agradecido.

-Busca su actividad

Ayúdalo  a adquirir el hábito de moverse todos los días . Desde saltar la cuerda hasta jugar a la bicicleta con un amigo, cualquier tipo de actividad física puede ayudar.

-Ayuda a otros 

Muéstrale que ser amable también puede ayudarle a sentirse mejor. Participen como voluntarios en alguna institución que lo requiera o ayúdalo a elegir pertenencias para donar o simplemente anímalo a saludar a un vecino y observar cómo todos los involucrados se benefician.

-Limita el uso de dispositivos 

Limitar el uso de dispositivos puede ayudar a los niños a desarrollar hábitos saludables y tener tiempo libre para conectarse con otros, ser creativos o hacer ejercicio.

Y para los momentos en los que necesitas mejorar su estado de ánimo al instante, siempre existen los buenos recursos: organiza una fiesta de baile familiar, desafíalos a una competencia de caras tontas, inicia una competencia de hacer burbujas o intenta superar a los demás con una serie de chistes. Estas opciones son  infalibles y seguramente acabarán con el mal humor rápidamente.

*Con información  de Sharp.

Señales de alerta

Un niño estresado puede presentar ciertas actitudes.

-Se muestra enojado o llora con frecuencia

-Se queja frecuentemente de dolores de estómago o de cabeza

-Deja de hacer actividades que antes disfrutaba realizar

-Se preocupa más de lo habitual.

-Se queja de la escuela o de sus amigos. 

-Actúa con miedo

-Duerme o come demasiado o muy poco