Por Dra. Liza María Pompa González

La obesidad es una enfermedad compleja que no es causada por un solo problema. Muchos factores influyen en la ecuación que lleva a una persona a aumentar de peso hasta el punto de amenazar su salud, como el entorno en el que creció, las condiciones médicas subyacentes que le impiden mantener un peso saludable o estilos de vida sedentarios. Cualquiera que sea la razón, la obesidad se ha convertido en un problema global que afecta a millones de personas de diferentes edades y, a medida que avanza esta enfermedad, se vuelve más difícil comenzar su viaje de pérdida de peso; lo que pone a las personas en mayor riesgo de padecer varias  enfermedades o padecimientos, tales como: diabetes, enfermedades del corazón, osteoartritis, apnea del sueño, derrames cerebrales y presión arterial alta. 

La pérdida de peso significativa es muy importante para tratar algunas de estas enfermedades y hay varias formas de lograrlo, siempre involucrando cambios en el estilo de vida y el tratamiento más eficaz para la obesidad mórbida la cirugía bariátrica.

Sin embargo, hay evidencia que muestra que la obesidad afecta a hombres y mujeres de manera diferente. Hoy en día, mujeres de todos los orígenes buscan mejorar su calidad de vida y emprender un camino más saludable. Para lograr esto de forma efectiva se debe buscar a un equipo multidisciplinario altamente calificado, liderado por un especialista en Bariatría, un centro especializado, que ofrezca diferentes servicios de salud para ayudar a alcanzar las metas de pérdida de peso y vencer la obesidad: desde planes de nutrición y ejercicio, orientación psicológica, medicamentos, procedimientos se mínima invasión como balones hasta intervenciones quirúrgicas diversas.

Obesidad poner en mayor riesgo a la mujer

La obesidad afecta a las mujeres de manera distinta y es por ello que puede ser aún más difícil perder el peso, solo por el género. No es ningún secreto que la medicina ha priorizado durante mucho tiempo la salud de los hombres, desde usar su condición como único ejemplo para la investigación médica hasta descartar o diagnosticar erróneamente cualquier situación hormonal por la que estaban pasando las mujeres como “histeria”.

Ambos pueden traer complicaciones graves, pero la obesidad pone en mayor riesgo la salud de las mujeres y puede dificultar la pérdida de peso. Hemos cubierto en otros artículos cómo la obesidad puede aumentar la probabilidad de que una mujer desarrolle diferentes enfermedades, puede hacer que pierda su período menstrual, su fertilidad e impactar negativamente en su salud mental. Además, la obesidad femenina, da paso a una mayor estigmatización social y las personas tienden a ser más duras con las mujeres obesas o con sobrepeso. 

Esta discriminación puede empeorar la salud mental de una mujer, especialmente si ya está lidiando con depresión o ansiedad, lo que dificulta su productividad y motivación, llevándola a un estilo de vida sedentario y a elecciones poco saludables, esto puede afectar su proceso de pérdida de peso porque puede impedir que se inscriban a un gimnasio o cualquier tipo de clase de ejercicio por temor a ser juzgadas o maltratadas.  

Si la obesidad de una mujer no se trata, puede aumentar el riesgo de diabetes, algunos tipos de cáncer  y enfermedad de las arterias coronarias. La obesidad también puede afectar otros aspectos de la salud de la mujer, como la anticoncepción y la fertilidad, y esto se puede observar desde una edad temprana con investigaciones que señalan que “las niñas obesas con frecuencia experimentan el inicio de la pubertad a una edad más temprana que su peso normal”. 

 

La autora es cirujano bariatra certificado,  catedrática, maestra en gestión de instituciones de salud  y directora de LIMARP, Centro de Excelencia Internacional para la Obesidad, que cuenta con programas de nutrición, salud mental, actividad física y procedimientos no invasivos y cirugía de pérdida de peso.

 

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