Existe el trastorno afectivo estacional “TAE” que es una condición del estado de ánimo debido al cambio de estación que se tiene desde noviembre. Esta depresión otoño-invernal no es para siempre, de hecho, los trastornos no se convierten en patologías si los aterrizamos en tratamiento

Por Maru Lozano

¿Te has sentido bajoneada en la época decembrina? ¿Conoces a alguien que experimenta profunda tristeza y hasta se enferma?  Existe el trastorno afectivo estacional “TAE” que es una condición del estado de ánimo debido al cambio de estación que se tiene desde noviembre. Esta depresión otoño-invernal no es para siempre, de hecho, los trastornos no se convierten en patologías si los aterrizamos en tratamiento.

El psiquiatra sudafricano y nacionalizado americano Norman E. Rosenthal descubrió este trastorno en 1984. Dice que aparece y desaparece al concluir el invierno. Nos platica que da más en mujeres y que los síntomas son un sueño bárbaro, muchas ganas de comer y, por supuesto, aumento de peso.  El deseo sexual disminuye totalmente.

Aunado a lo anterior, se siente apatía, todo da tristeza y el decaimiento tumba la mayor parte del día. No dan ganas de hacer absolutamente nada porque algo consume el interés, la energía y el dinamismo.  Como se la pasa uno comiendo y subiendo de peso, ahora también se suma la culpa a la bomba de sentimientos del trastorno afectivo estacional.

Ya ni mencionar el cambio de humor porque como tenemos menos luz, baja la actividad física y también disminuye la producción de vitamina D; entonces, como no hay sol hace acto de presencia las irregularidades del ritmo circadiano. Éstos son los trastornos del ciclo de sueño y vigilia, son problemas que aparecen cuando nuestro reloj biológico -que nos indica el momento de dormir o de estar despiertos- no está sincronizado con el entorno.  Imagínate cómo andaremos sin serotonina, este neurotransmisor que impacta directamente en nuestro estado de ánimo y que en invierno mengua.

Con toda esta sintomatología, entonces parecería que estamos ante una gran depresión porque no queremos movernos, ni bañarnos, arreglarnos ni mucho menos interactuar con las personas.  Fíjate, ¡hasta gripa da!  Ya lo ha publicado  el “American Journal of Psychiatry”, diciendo que alrededor del 20% de los episodios depresivos recurrentes surge del cambio estacional.

¿Qué hacer?

Se suelen recetar antidepresivos para ayudar a aliviar los síntomas graves de la depresión y el TAE. Muchas personas descubren que los resultados duraderos se logran mediante la participación en la psicoterapia, tal vez en combinación con medicación o terapia de luz.

La terapia cognitiva conductual, por ejemplo, ha demostrado en algunos estudios ser tan efectiva como los medicamentos antidepresivos para tratar la depresión porque ayuda a las personas a comprender y reorganizar sus patrones de pensamiento cuando viven con una enfermedad como el TAE o la depresión, lo que conduce a métodos más saludables para hacer frente a la situación que depender solo de la medicación para tratar los síntomas.

Sugiero pensar por cinco minutos, reviviendo, un evento o suceso que te de alegría recordar, ¡cinco minutos! Usa todos tus sentidos al relacionarte con la comida, las personas y las cosas, toca, observa, escucha… ¡Siente! Un psicoterapeuta humanista es buenísimo para este tipo de terapia.

Medidas preventivas

Hay muchas medidas preventivas que pueden ayudar a las personas a hacer la transición a los meses de invierno sin experimentar cambios negativos en el estado de ánimo.

-Intenta pasar algún tiempo al aire libre cada día, incluso en un día nublado.

-Realiza algún tipo de actividad física al menos treinta minutos al día.

-Los alimentos ricos en triptófano dan serotonina natural, búscalos y organiza tu dieta basada en ellos.

-Invierte en una lámpara de fototerapia o conocidas como lámparas para la depresión estacional para que te des luminoterapia; ¡las encuentras en las tiendas en línea!

-Busquemos luz exterior e interior, ésta última practicando la gratitud no sabes cómo ayuda a cambiar tu vida.  Acuérdate, esos minutos de revivir algo bello y significativo dan calor y energía para ti y tu entorno ¡sin dudarlo!

Espera un momento…

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