El centro oncológico y la fundación COI tienen como meta ampliar servicios, lograr más tratamientos a bajos costos, ampliar el número de voluntarios, así como poder dar cobertura en otros municipios del estado.
Por Marí Carmen Flores
La expresión de miedo, de zozobra con la cual llegó -el 2018-, se transformó en un rostro lleno de felicidad. Una enorme esperanza inundó el corazón de don Arnoldo, un hombre destinado a ser el primer paciente de la Fundación. Doctora especialista en Calidad de Atención Clínica y, ensenadense, Silvia Elvira Piña, directora del COI recordó que “justo cuando él se presentó en el centro y habló de su enfermedad, llegó una empresa para apoyar a la fundación y comenzó así su tratamiento que terminó en forma satisfactoria al tocar la campana”.
Es una enorme sensación del deber cumplido el brindar los tratamientos adecuados porque en cáncer hay avances todos los días, explicó por su parte el doctor con subespecialidad en oncología, Fernando Javier Villalobos Peña.
“Se debe estudiar cada día porque cada vez hay más alternativas como la inmunoterapia que, por ejemplo, ha demostrado buenos resultados en cáncer de pulmón, en algunos casos de riñón o de mama, pero no es para todos los pacientes y el costo es elevado”, comentó.
Cuando abrieron en Tijuana atendían pacientes del Seguro Popular que luego, por los cambios políticos, dejaron de darles servicio. Durante la pandemia con el Instituto del Seguro Social, ganaron una convocatoria y estuvieron dando tratamiento a los pacientes oncológicos del IMSS. Erika Ortiz Flores, directora de la Fundación COI, no solo dedica su tiempo para la búsqueda de apoyos económicos, sino que está empeñada en que -junto con el cuerpo médico-, se brinde atención integral.
“Se trata del acompañamiento emocional. Los pacientes pasan por angustia, depresión; piensan que es muerte y después cuando hay avances, aunados a la musicoterapia o la arteterapia de Meche Godoy, logran verse a sí mismas; se dan cuenta que pueden salir adelante y resignifican toda su vida”.
Expresan sus emociones
Las observas en silencio. Comenzó el taller de musicoterapia que impartió la fundación ProOncavi y tras dos horas de sesión las mujeres son capaces de expresar sus emociones. “De eso se trata, de que las herramientas les permitan entender el proceso que sí, en efecto, puede ser largo, doloroso y desgastante”, dijo Erika Ortiz, “que sepan que están acompañadas y que el silencio no ayuda”.
Parece desgastado, dijo el doctor Villalobos, “pero el cáncer tiene diferentes etapas; el de próstata a veces se detecta muy avanzado; se tardan en llegar a tiempo, es necesario que los tratamientos sean en etapas tempranas”.
El Centro Oncológico y la fundación tienen como meta ampliar servicios, lograr más tratamientos a bajos costos; ampliar el número de voluntarios, así como poder dar cobertura en otros municipios del estado.
“Porque si bien queremos ser conocidos, lo más importante es detectar el cáncer en etapas tempranas con el enfoque de prevención”, finalizó la doctora Piña, una bajacaliforniana de tan sólo 35 años.
*La autora es periodista.