Es a partir de la innovación con este producto que creemos que podemos llegar a mercados a los que una botella intimida, donde todavía se cree que el vino es para mayores y para ocasiones especiales

Por Ana Laura Martínez

 El vino en lata se expandió rápidamente en el Nuevo Mundo: Sudáfrica, Australia, Estados Unidos y ahora ha encontrado su lugar en México y está posicionándose por sus bondades, como la hermeticidad, ausencia de luz en su interior, facilidad de transporte y almacenamiento, por mencionar solo algunas de las poderosas razones.

En entrevista con Keiko Nishikawa y Cristina Pino, no puedo menos que asombrarme de su frescura y dinamismo al lanzar al mercado este vino en lata. 

Aquí en sus palabras:

 

¿Cómo nace la idea de hacer vino en lata?
Tiene dos pilares importantes, la sustentabilidad y la innovación. Viendo la crisis por la que pasamos todas las vinícolas durante la pandemia con la escasez de insumos, nos dimos cuenta que el mundo tenía que evolucionar y el vino también. 

Me acerqué (Keiko) con Cris para platicarle mi idea y ella de inmediato me propuso empezar con el proyecto entre las dos. 
Es a partir de la innovación con este producto que creemos que podemos llegar a mercados a los que una botella intimida, donde todavía se cree que el vino es para ‘mayores’ y para ‘ocasiones especiales’. Esta demografía se siente más identificada con una lata que con una botella, pero es, en unos años, la que va a consumir vino (o no).
En términos ecológicos, el aluminio es un material que se puede reciclar infinitamente y por su peso y forma, es muy práctico para la cotidianidad, es decir, se enfría muy rápido, es ligero, todas las hieleras están hechas para latas, no requieres sacacorchos o quita corcholatas, se puede tomar de la lata y aplica para cualquier contexto: cine, playa, lancha, velero, carne asada, picnic y muchos etcéteras más que hacen que sea un producto sumamente práctico y sencillo. 

En resumen, convierte el vino en una bebida más relacionable y cotidiana, lo que puede abrir la puerta a nuevos consumidores de vino y a consumidores habituales que no se quieren comprometer con una botella, pero sí quieren su copita de vino.

 

¿Cómo va a seducir Micha/Micha a los conservadores y tradicionales bebedores de vino? 
Ha sido un proceso divertido, pero además sorprendente. Durante este tiempo nos hemos dado cuenta que el discurso de la innovación y la sustentabilidad les hace mucha lógica a los conservadores y bebedores tradicionales.

Que también debo decir que la sorpresa viene a partir de que nosotras pensábamos que le íbamos a hablar al mercado joven, pero justo por lo que mencioné anteriormente, la gente que no se quiere comprometer con una botella, se toma la lata felizmente, además de su practicidad para llevarla a todos lados y tomarla cuando sea y donde sea.
Entre este segmento de bebedores, creo que hay un elemento de curiosidad y nuestro producto es muy bueno, de manera tal que, con el contenido, cambiamos el contexto del empaque. 

Cuéntame en cinco palabras o frases quien es Keiko y otras cinco quien es Cristina

Keiko: hiperactiva, comprometida, confiable, apasionada y divertida

Cristina: Feliz, valiente, apasionada, profesional y amiga.

Lo importante del vino en lata es la calidad del contenido y es ideal para vinos jóvenes, espumosos, vale la pena liberarse de algunos prejuicios e irnos  Micha y Micha.

Espera un momento…

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