La pubertad es el inicio de una etapa altamente significativa en el desarrollo, se da entre los 11 y los 13 años (aproximadamente), y es marcada por cambios impresionantes en todas las áreas de su vida, cambios que no solo afectan su físico, también sus emociones, su forma de pensar, su comportamiento y su estado de ánimo
Por Gabriel Bello
“Nuestro hijo de doce años nos tiene sacados de onda, él no era así; ahora ya no quiere acostarse cuando le decimos porque está jugando con sus amigos, no le gusta bañarse, no se cepilla los dientes, se la pasa mucho tiempo encerrado en su recamara y, no se diga la escuela, anda mal porque no le gusta estudiar ni hacer tareas. Lo que más nos preocupa es que contesta enojado, como enfadado de nosotros sus padres: “¿Qué quieres? ¡No me grites, ya te escuché!”
Apenas hace unos meses era un niño muy aplicado, siempre contento, obediente y respetuoso con todo mundo; se acomedía con su mamá en la cocina, le gustaba poner la mesa para comer, hacía el intento de mantener su cuarto limpio todos los días y era muy responsable en la escuela… hoy está imposible”
Estimado lector, si algo similar estás viviendo en casa, déjame decirte que este comportamiento nuevo en tu hijo, corresponde al de un púber, es un niño que se ha convertido en adolescente.
La pubertad es el inicio de una etapa altamente significativa en el desarrollo, se da entre los 11 y los 13 años (aproximadamente), y es marcada por cambios impresionantes en todas las áreas de su vida: cambios físicos, biológicos, psicológicos, sociales, etc., cambios que no solo afectan su físico, también sus emociones, su forma de pensar, su comportamiento y su estado de ánimo.
¿Qué hacer si tienes un púber en casa?
– NO ES ACTITUD
Su estado de ánimo y las hormonas están relacionadas, un día puede sentirse motivado, entusiasmado, amable, cooperador y al día siguiente sentirse lo peor; andar de malas, tipo amargado, aburrido, irritable, en un estado emocional que ni él entiende. Este comportamiento nuevo no es resultado de una actitud negativa, es la forma de decir que ha dejado de ser niño. ¡Compréndelo!
-SU RECÁMARA ES SU BUNKER
Todos tenemos un espacio donde nos sentimos cómodos, seguros, relajados, al margen del bullicio; puede ser tu sillón, la mecedora, la cochera, el auto, la oficina, etc., pues el adolescente tiene su recámara y la utiliza para mantenerse al margen de la molesta supervisión de sus padres, un lugar donde se mantiene seguro y cómodo para hacer lo que le plazca. Sin embargo, permanecer en la recámara mucho tiempo, preocupa a sus padres porque asumen que algo no anda bien.
– SU REBELDÍA ES NATURAL
En esta etapa, se potencia el desarrollo de la autonomía y la independencia; sin embargo, a los padres nos cuesta mucho trabajo entenderlo porque los seguimos viendo aún como niños. La rebeldía no es algo malo, simplemente es la manifestación de su adolescencia; ellos quieren hacer las cosas a su manera, con sus nuevas habilidades. Dales la oportunidad y corrige sus errores en el proceso, no des por hecho que lo harán mal solo porque son púberes.
Conclusión
Aislarse, no atender tus demandas o exigencias, no seguir tus instrucciones, estar de malas contigo, enfocarse en placeres como amigos y videojuegos, son las primeras manifestaciones del comportamiento de un púber.
Si ustedes como padres entienden estos cambios como naturales, su actitud para con él será otra, estarán más relajados y no será imposible guiar su vida.
El autor es psicólogo.
Ced. 6357192
