Si tu espacio y presupuesto lo permite, una manera de resolver dónde y con quién pasan la navidad es que sea en tu casa. ¡Claro!, eso trae sus propias complicaciones, pero también podrá darles una gran satisfacción recibirlos

Por David Sotelo Felix

Pasado Halloween y Día de Muertos y con la vista puesta en la época navideña, la tensión comienza a crecer en muchos hogares y parejas con respecto a cómo y con quién van a pasar las festividades. En particular, en los noviazgos y matrimonios jóvenes, cuando aún no se han establecido límites claros y todavía se están conociendo y acordando un nuevo estilo de vida, suele complicarse el llegar a soluciones que dejan a todos contentos y satisfechos. Para lograrlo, te recomiendo consideres seriamente los siguientes puntos:

  1. ¿Cuál es el día más significativo para cada familia?

En nuestro contexto binacional, el Día de Acción Gracias (Thanksgiving) debe ser tomado en cuenta en la ecuación. Para mucho norteamericano y/o mexicoamericano, el tercer jueves de noviembre es la fecha estelar de la época navideña. Esto podría ser aprovechado para decidir pasar el fin de semana o la noche de Acción de Gracias donde pesa más su celebración y la navidad con la otra familia. Incluso, la navidad difiere en cuanto a que para algunos es la Nochebuena, 24 de diciembre, el momento más importante de la festividad y para otros el día 25. Y no olvidemos el Día de Reyes, 6 de enero. Por lo tanto, hay opciones para negociar cuál y con quién pasan una y otras fechas. Además, estos acuerdos pueden ser flexibles y rotativos de año con año.

  1. ¿Con cuál familia pasan más tiempo?

Quizá viven en la ciudad donde se encuentra una de las familias y, por consecuencia lógica, conviven más tiempo con ella. Van a sus festejos, se reúnen con más frecuencia, etc. Con un sentido de reciprocidad y equidad, sería entonces adecuado pasar la navidad con la otra familia para darle la oportunidad de gozar a los suyos a quien los tiene lejos. Claro, después podrían ver la posibilidad de que esto no sea todas las navidades, pero no deben dejar de tomar en cuenta ambos que a lo largo del año solo uno convive con frecuencia con su familia. Hay que buscar compensar este desequilibrio.

  1. Hablen con ambas familias

A veces nos hacemos dramas familiares en nuestras cabecitas que realmente no están sucediendo. A veces, las familias son más comprensivas y flexibles en cuanto a nuestra presencia o ausencia. No supongan, pregunten y propongan alternativas.

  1. Evita luchas de poder ocultas con tu pareja

Que no se trate realmente y en el fondo de quererse imponer (tú, tu pareja o sus respectivas familias). Podrás ganar a corto plazo, pero se te cobrará con prolongado resentimiento.

  1. Consideren la posibilidad de ser anfitriones para ambas familias

Si tu espacio y presupuesto lo permite, una manera de resolver dónde y con quién pasan la navidad es que sea en tu casa. ¡Claro!, eso trae sus propias complicaciones, pero también podrá darles una gran satisfacción recibirlos.

  1. Hagan su propia cena y tradición

Hay veces y por variados motivos, que llega el momento de hacer la propia reunión y comenzar a crear las propias tradiciones. A veces forzados por distancia, otras por diferencias familiares, otras por discrepar en cómo se llevan a cabo los eventos, etc. Es una realidad que podrá llegar el día que tú y tu pareja decidan hacer la navidad propia y esto no necesariamente tiene que ser algo triste o negativo. Muchas veces, lo que significa es que ya se llegó a una madurez emocional en la que pueden celebrar esta ocasión tan importante sin sentirse obligados a orbitar alrededor de sus familias de origen.

  1. Finalmente podrán optar por no estar presentes para ninguna de sus familias de origen al decidir mejor viajar.

 Si, es cierto que Cancún o Vallarta no inspiran imágenes de Santa en el polo norte, pero para infinidad de familias alrededor del mundo la navidad es la ocasión perfecta para viajes familiares.

En fin, sea la que sea la conclusión a la que lleguen, es muy importante que tenga sentido para ambos. Que los dos la consideren una opción sensata y equitativa y que el fin último sea pasar una muy feliz navidad con las personas que más quieren. Deseo de corazón que sea el caso de cada persona que lea este escrito.

*El autor es Psicólogo Clínico y psicoterapeuta de adultos y parejas. Consultas al 664 331 1070

 

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