Escuchar a los hijos discutir nos estresa, nos frustra, nos pone de malas, entonces cuando intervenimos, no lo hacemos de la mejor manera

Por Psic. Gabriel Bello

Expresiones que anuncian una discusión
¡No te lo voy a prestar!
¡No lo agarres, es mío!
¡Quién te prestó mi control!
¡Quítate mi playera!
¡Eres un chismoso!
¡Te vi y le diré a mi mamá!
¡Dame mi cargador!
¡No entres, es mi cuarto!
¡O me lo das o te acuso!
¡Ya regrésame lo que te presté!
¡Quítate de ahí, ahí me siento yo!
¡A ti te toca limpiar, yo lo hice ayer!
¡Por qué lo dañaste, no te vuelvo a prestar nada!
¡Mamá, me está molestando mi hermano!
¡Salte del baño que quiero entrar!

¿Por qué pelean los hermanos?
Hay muchísimas razones, pero aquí están algunas más comunes:
Por dañar las pertenencias del otro, por invadir espacios, por ser egoístas y no compartir, por delatarse con sus padres, por negociar los quehaceres domésticos y no cumplir el trato, por echarse de cabeza; pelean porque solo hay una consola, chocan sus horarios y no coinciden en el videojuego; pelean por caerse gordos y no tolerarse uno al otro; pelean porque uno es berrinchudo y consigue lo que quiere con sus padres, y muchas otras razones que pudiesen ser muy particulares.

Intervención equivocada
Escuchar a los hijos discutir nos estresa, nos frustra, nos pone de malas, entonces cuando intervenimos, no lo hacemos de la mejor manera.

  • Castigar a los dos, porque no sabemos quién fue el culpable.
  • Favorecer a uno porque: es el más pequeño, el que va mejor en la escuela, el que no da problemas o porque es el enfermito, etc.
  • Amenazar con que “o se calman o vamos a hacerles algo si continúan peleando”.
  • Ignorarlos porque “siempre pelean”.
  • Dar por hecho quién fue es el culpable, y castigarlo sin investigar.
  • Engancharnos al problema y terminar discutiendo con ellos.

¿Qué hacer?
1. ENSEÑA VALORES

Amabilidad, generosidad, respeto, y cortesía; pero déjame decirte algo, los valores se aprenden mejor cuando los vivimos y modelamos a los hijos.

  1. ELABORA REGLAS PARA LA CONVIVENCIA

Es simple y de sentido común, solo date el tiempo para establecerlas, por ejemplo: si no es tuyo, no lo agarres; si lo necesitas, pídelo prestado; si no es tu cuarto, toca antes de entrar; si te lo presta, regrésalo en el tiempo acordado; etc.

  1. REGLAMENTA LOS ESPACIOS ÚNICOS

Por ejemplo, compartir la misma recámara, usar la misma consola de videojuegos, utilizar el mismo baño; son espacios u objetos únicos que deben utilizarse con responsabilidad.

  1. NUNCA LOS COMPARES

Provocarás una competencia ventajosa entre ellos, además los comentarios comparativos dañan su autoestima.

 

  1. PADRES CON TOLERANCIA

Es importante entender que las discusiones entre los hermanos son muy comunes en la mayoría de los hogares, y esto no debe ser razón para estar de malas o pasársela siempre castigados; una buena cantidad de tolerancia paterna permitirá gestionar las emociones de los hijos, y vivir en cordialidad.

Espera un momento…

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