Además de ser mujeres con mujeres viviendo juntas en este planeta, si somos solidarias vamos a cambiar la sociedad, nuestros hijos verán cómo es que debe comportarse una persona al derribar barreras que pronto podrían quedar a ras del suelo.

Por Maru Lozano

Para la mayoría de las mujeres mexicanas, sí.  Este mes que se conmemora el Día Internacional de la Mujer podemos reflexionar sobre esto.

En la actualidad, las mujeres mexicanas se enfrentan a una variedad de desafíos. Siguen existiendo numerosos obstáculos para alcanzar una igualdad completa entre mujeres y varones, lo que resultaría en la eliminación de la violencia hacia ellas. 

La brecha salarial, la carga desproporcionada del trabajo doméstico y no remunerado que recae principalmente en mujeres, el acoso y hostigamiento sexual, los estereotipos de género, las leyes, prácticas, usos y costumbres son algunos de los obstáculos que les impiden a las mujeres, niñas y adolescentes vivir una vida libre de violencia y disfrutar de sus derechos en condiciones de igualdad.

Además, las mujeres se enfrentan a desafíos políticos como la falta de oportunidades, la corrupción, la violencia, la ignorancia y la falta de educación. Pero, ¿has oído hablar de la sororidad? Pensemos si realmente entre nosotras existe esta tablita de salvación que es fantástica.

 

La sororidad

La sororidad es un término que se refiere a la alianza profunda y compleja entre mujeres, basada en la amistad, la solidaridad y el apoyo mutuo. La palabra sororidad se deriva de la hermandad entre mujeres y se utiliza para describir la relación de apoyo y colaboración entre mujeres que luchan por la igualdad de género y la erradicación de la violencia contra las mujeres. La sororidad implica la transformación de las relaciones entre mujeres y despliega nuevas posibilidades de vida, ¡es un requisito indispensable para nuestro empoderamiento!

No es difícil, solo se requiere tener voluntad y la práctica del afecto entre nosotras haciendo a un lado los celos, la envidia y la hipocresía.  

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Uno de los retos es la falta de reconocimiento de las diferencias entre mujeres, lo que puede dificultar la construcción de alianzas profundas y complejas. 

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Además, la competencia y la rivalidad entre mujeres, fomentadas por la cultura patriarcal, pueden obstaculizar la práctica de la sororidad. 

También puede haber diferencias de clase, raza, etnia, orientación sexual, religión y otros factores que dificultan la construcción de alianzas entre mujeres. 

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La falta de educación y conciencia sobre la importancia de la sororidad también puede ser un obstáculo. 

 

Alianzas de amistad y apoyo mutuo

Para practicar la sororidad, es necesario reconocer las diferencias y construir alianzas basadas en la amistad, la solidaridad y el apoyo mutuo.

¡Recuperemos la capacidad de vivir en el presente! Las creencias y las costumbres puede que ya no encajen ahora. Practiquemos el sentimiento de hermandad, apoyo mutuo, respeto y empatía entre nosotras.

¡Ojo! No se trata de unirnos para estar en contra de los varones, se trata de unirnos para darnos ánimo, fuerza, vigor, conocimiento, información, propósito, etc. Meternos en la sororidad puede traer competencia interna, pero si aprendemos a dialogar y a no ponernos el pie, ¡seremos únicas y fuertes! Veámoslo como el camino que nos conducirá a vencer todo lo que conlleva la violencia de género.  ¡Qué herramienta tan poderosa!

Si queremos ser solidarias:

  • Seamos comprensivas.
  • Validemos las experiencias y sentimientos de las demás.
  • Brindemos apoyo y acompañamiento.
  • Compartamos el conocimiento que tenemos.

 

Mujeres solidarias

Además de ser mujeres con mujeres viviendo juntas en este planeta, si somos solidarias vamos a cambiar la sociedad, nuestros hijos verán cómo es que debe comportarse una persona al derribar barreras que pronto podrían quedar a ras del suelo.

              La historia de la mujer se reescribe en el instante mismo de nuestro actuar, ¡qué manera tan increíble de hacer justicia, de ser inclusivas y equitativas!

              Ya nos lo dijo la filósofa, economista y activista polaca Rosa Luxemburgo: “Quienes no se mueven no notan sus cadenas”.  ¡Felicidades a todas las que somos mujeres!

Espera un momento…

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