“En este proceso de quimios y radiaciones, pinté varias obras, y de ahí surgió la exposición “Floreciendo en el otoño” en la que mis obras transmitían todo este proceso de dolor, angustia y finalmente el renacimiento que viví durante mi enfermedad”

Por Mónica Márquez

Desde pequeña mostró su interés por las artes plásticos y poco a poco la vida la fue llevando hacia este camino, hasta enfrentarse a un episodio difícil que le sirvió  de punta de lanza y de inspiración para tomar el pincel y plasmar en el lienzo sus emociones, siendo así para ella el arte como una medicina para el alma. Nos referimos a la artista plástica Gabriela Martínez Montes.

A Gaby, como muchos la llaman de cariño, el arte le ha coqueteado desde muy joven, a los 12 años mientras cursaba la secundaria llevó el taller de estampado en el que debía pintar sobre una tela, después continuó con una inducción a las artes que la enamoraría aún más de los trazos y las pinturas.

“Siempre tuve el gusanito de involucrarme más en el mundo de las artes y la vida me ha dado la oportunidad de realizarlo”.

 

Su primera exposición

A finales del 99, inició con un proceso creativo-expresivo, motivada por la separación con su esposo, empezó a dibujar y a usar el arte como terapia, la cual jamás se imaginó que se convertiría en una parte esencial de su vida, comentó Gaby, quien también cuenta con una licenciatura en Psicología, una maestría en Psicoterapia Familiar, un doctorado en Psicología  Clínica y una maestría en Psicología y Consejería Cristiana.

“Siempre soñé con exponer y cuando sucede lo de mi separación, algo pasa en mí que empiezo a pintar; era como una forma de desahogarme. Mi hijo Gabriel fue quien me regaló mi primer caballete”, recordó.

Finalmente, tras la invitación de Carmen García, en el 2002 presentó su primera exposición titulada “Analogías entre la terapia y el arte”, precisó, la cual estuvo compuesta por 82 piezas de formato chico-mediano, divididas en 5 series, en las cuales trabajó con naturaleza muerta. 

Dijo que todo este proceso la motivó a interesarse en la intervención a través de la terapia de arte, hasta llegar a formarse como psicoterapeuta de arte, ya que por experiencia propia y por las personas que han asistido a terapia y talleres, se corrobora que el arte y la expresión artística  es un medio para ayudar a la gente a explorar sus pensamientos, sentimientos y emociones, así como sus conductas de una manera única, que favorece el cambio de actitud, influyendo en la salud mental de las personas.

Dos años más tarde, inauguró la galería metáfora con la finalidad de ofrecer un espacio a artistas emergentes y algunos de trayectoria en la comunidad. En el 2008, recibió la invitación para participar en Entijuanarte y posteriormente en 2009 hasta la fecha, se unió al Tour de Artistas organizado por Enrique Chiu.

Floreciendo en el otoño

Cuando todo parecía perfecto, Gaby recibió una noticia que la haría aún más fuerte, pero que sería una gran prueba para ella: fue diagnosticada con cáncer de mama, proceso que dio origen a su gran exposición Floreciendo en el Otoño.

“En este proceso de quimios y radiaciones, pinté varias obras, y de ahí surgió la exposición “Floreciendo en el otoño” en la que mis obras transmitían todo este proceso de dolor, angustia y finalmente el renacimiento que viví durante mi enfermedad”, explicó.  

Sin duda, este padecimiento la involucró directamente en la terapia de arte, tanto fue el impacto que tuvo en ella que estructuró el diplomado en Intervención Clínica, Educativa y Social a través del arte, el cual impartió en el ICBC, en el 2022 -2023.

“He encontrado que la terapia llega a todo, a la vez que estás creando tu obra, estás sintiendo y te conectas con tu pensamiento. El arte, seas espectador o hacedor, algo modifica en ti porque el arte es como medicina para el alma”.

El proceso creativo

Sobre su proceso creativo, la artista comentó que es muy espontánea. “Son pocas las obras en las que tengo un proceso creativo en específico, solo en aquellas en las que me piden algo en particular”.

“Me inspiran muchas cosas, sin embargo mis propias emociones y sentimientos, así  como mis pensamientos sobre las experiencias vividas, el enamoramiento a la vida, la nostalgia, el amor, la fe, la esperanza y la naturaleza son estímulos importantes para mi quehacer.

 “Los árboles representan para mí la vida misma, es la simbología del propio desarrollo humano; de la persona con raíces y frutos, mientras que la luna es MI femineidad, brilla aunque haya bruma. La luna es algo que admiro y me da paz y tranquilidad.  Me conecta con mis propios cambios, con la luz, la oscuridad y los contrastes con mi propia sombra.

Sobre las técnicas y materiales que  utiliza son variadas, como base la pintura acrílica, acuarela, pastel seco y de aceite, carbones, grafitos,  mis técnicas favoritas son el esgrafiado y el collage, utilizando también  técnicas mixtas. Van Gogh, Monet, Matisse, Gauguin, en sí, la escuela impresionista y expresionista son artistas que admira y que considera han influido en sus obras. 

Sus proyectos

Sin duda, este 2024 será un gran año para la artista plástica, ya que prepara una exposición con obras que realizó del 2021 al 2023, cerrando círculos importantes y significativos en su vida, como fue la ausencia física de su madre. Además, continuará con su taller de arte para el adulto mayor, seguirá exponiendo junto a artistas independientes y abrirá el nuevo grupo del diplomado en Intervención Clínico, Educativa y Social a través del Arte.

Espera un momento…

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