La creadora de Lacticups narra su experiencia como empresaria en el ramo de la lactancia con estos dispositivos que recolectan las pérdidas involuntarias de leche materna

Por Jeanette Sánchez – Celebrando Latinas Magazine

La creadora de Lacticups narra su experiencia como empresaria en el ramo de la lactancia con estos dispositivos que recolectan las pérdidas involuntarias de leche materna.

Diana Osorio creyó que los sufrimientos y la dolorosa experiencia que enfrentó durante la lactancia de su primer hijo, cuando ella apenas tenía 19 años, había quedado atrás luego de su llegada a Estados Unidos donde trabajaba en el área de Marketing Clínico.

Proveniente de Colombia donde hizo sus estudios en el área de Ciencias Políticas y con una nueva vida por delante, Osorio tenía lo que ella llama, una vida normal, trabajaba, atendía su hogar, a su familia; pero pocos meses antes de los 30 años, enfrentó una especie de crisis existencial que la hizo interrogarse hacia dónde llevaría su vida, qué legado les dejaría a sus hijos.

“Yo tenía 22 años cuando me vine a vivir acá y mi vida, digamos, era normal, trabajaba en unas clínicas en Los Ángeles, pero sentía que no era un trabajo que llenara mis expectativas, no me sentía realizada, ni feliz, para mí era importante buscar algo que me llenara en ese sentido, yo ya tenía 29 en ese entonces”.

 

Ayudar a la comunidad, su objetivo

Esa inquietud la llevó a pensar en estudiar o prepararse en algún tema con el cual pudiera ayudar en su comunidad y fue como si el universo la hubiera escuchado.

“Un día una amiga me llama y me comenta sobre un programa de gobierno en el que buscaban a mujeres que quisieran estudiar para convertirse en capacitadoras para clínicas de maternidad. Así que me inscribí, me mandaron a la universidad, todo esto fue en Los Ángeles”.

“Estando en eso me enteré de otro programa, también lanzado por el gobierno, en el que, derivado de estudios del grave impacto de la falta de lactancia en los bebés, se buscó capacitar a consultora de lactancia. Imagínate que se descubre que la falta de lactancia estaba provocando altos niveles de diabetes y obesidad”.

Refirió que se vio impactada al ver que para el gobierno representa un problema el que las madres no alimenten a sus recién nacidos.

“Esto es porque se debe invertir mucho recurso en procuración de la salud de bebés de madres de bajos recursos, en este momento esas cifras rondan los 18 billones de dólares anuales, eso es lo que se gasta en atender las consecuencias de la ausencia de consumo de leche materna”.

Sin dudarlo, Diana se hizo parte del programa y tuvo la oportunidad de estudiar en la UCLA y trabajar en clínicas como capacitadora y visitando pacientes en hospitales, luego en 2008 vino a especializarse a la Universidad de San Diego con recién nacidos.

 

Su vivencia como madre

“En medio de toda esta experiencia vi de frente el sufrimiento de las mamás al momento de amamantar y recordé mi propia vivencia como madre, ahí es cuando decido buscar la forma de generar un producto que atendiera a esta población”.

“Para mí fue bastante duro ser madre joven, sin apoyo de alguien que me ayudara en cuestiones tan básicas como amamantar bien, sin lastimarme, yo veía la lactancia como algo muy natural, pero llegado el momento no fue así, tuve muchas complicaciones, en esa época estaba en auge el uso de fórmula para alimentar a los bebés, se hablaba mucho de los beneficios de las fórmulas para una alimentación completa, pero yo crecí en una cultura de lactancia, mis tías y las mujeres a mi alrededor alimentaban a sus hijos, así que la idea de dar botella no era para mí”.

Llevada por la motivación de ayudar a las mujeres a mejorar su experiencia en la lactancia, Diana se concentró en la idea a ayudar a disminuir al mínimo el desperdicio de la leche materna, al ver cómo una cantidad importante de ésta era derramada por las mujeres durante las horas que no tienen el bebé junto a ellas.

 

Crea lacticups

“Mi motivación en ese momento no era propiamente de generar un negocio, yo veía a pacientes con esponjas llenas de leche o con su ropa mojada y me preguntaba cómo podía hacer para salvar esas onzas de leche. Al principio pensé en algún tipo de botellita, un recipiente; pero alguien me mostró lo que son los breastshield, que existen desde hace varios años para ayudar a que las mujeres que tienen los pezones lastimados no tuvieran fricción, observé que algunos tenían unos agujeritos que permiten la ventilación de la mama, y pensé que algo así podría funcionar”.

“Analicé que convirtiendo esos hoyos en burbujas receptoras podría lograrse algo, así que me alié con un profesional del diseño y empezamos a hacer pruebas, fui a Colombia y allá una compañía me fabricó el prototipo, con eso inicié un estudio con algunas mamás para probar el producto y llevar un registro de los niveles de leche que se lograban recolectar con estas copitas, hoy llamadas lacticups”.

Este no fue un camino fácil, lograr un producto de esta naturaleza, no lo es, pero Diana se vio respaldada por sus estudios especializados y por el registro que hizo de las mamás que participaron en su etapa de prueba.

“Todo eso permitió lograr la autorización para su fabricación y comercialización, tiene el respaldo necesario para su uso y funciones. Claro que hubo quienes me cuestionaron sobre cómo lograría mantener la calidad y pureza de la leche, creían que podría haber contaminación, tuve muchos cuestionamientos en el proceso”.

Sin embrago, la confiabilidad de la información que tenía Diana sentaba las bases para respaldar el correcto manejo de la leche materna a través de su producto.

“Está comprobado que los bebés amamantados son más sanos, padecen menos infecciones, son físicamente más fuertes, toda esta información es resultado de estudios serios y avalados, por eso yo no lucho contra las grandes campañas publicitarias de los fabricantes de fórmula, mi objetivo es atender a las mujeres que ya saben que estos productos a la larga serán de poco beneficio para la salud de sus hijos y valoran las aportaciones de la leche materna”.

Espera un momento…

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