Por Mariana Sánchez/Nana en Tijuana
Con el desarrollo económico y poblacional que se desarrolló en Tijuana entre los años 1920 y 1940, creció la necesidad por servicios públicos, entre ellos en el ramo de la educación. Para entonces, la ciudad y el estado en general tenía pocas opciones para estudiar más allá del nivel primaria, aunque sí había algunas escuelas primarias en algunas colonias, se establecieron en esa época las primeras escuelas con nivel medio superior, como el Instituto Técnico Industrial de Agua Caliente, que se fundó en 1939.
Este es uno de los edificios más viejos y emblemáticos de nuestra ciudad, y se estima que recibe en promedio 25,000 asistentes por año.
De los edificios más viejos
La Casa de la Cultura de Tijuana, ubicada en la colonia Altamira, es uno de los edificios más viejos y emblemáticos de nuestra ciudad, y se estima que recibe en promedio 25,000 asistentes por año. Desde 2014, este recinto fue declarado Patrimonio Cultural del Estado de Baja California.
Los empresarios del Complejo Aguacaliente aportaron recursos para la construcción de una nueva escuela exclusiva para niñas, la cual se inauguró el 17 de julio de 1930 como la Escuela Primaria Álvaro Obregón y fue diseñada por el arquitecto Guerrero Preciado como una réplica de la escuela Fourth Avenue Junior High School ubicada en la ciudad de Yuma, Arizona, EUA, siendo la principal diferencia el color de ladrillo de amarillo a rojo. Eventualmente, se estableció la Secundaria Federal 19B en su sótano.
Entre 1940 y 1945, fue utilizado como un centro de operaciones y refugio militar, y fue hasta 1977 cuando se convirtió en la actual Casa de la Cultura.
Entre 1940 y 1945, fue utilizado como un centro de operaciones y refugio militar, y fue hasta 1977 cuando se convirtió en la actual Casa de la Cultura.
Una gama de opciones
En este espacio se ofrecen a través del Instituto Municipal de Artes y Cultura (IMAC) cursos de danza, música y actuación, así como presentaciones de pintura, fotografía y escultura, además de talleres para niños y adultos en diversas disciplinas.
También hay recorridos nocturnos de mitos y leyendas, actividad que se realiza a finales de octubre y principios de noviembre, con motivo de Halloween y Día de Muertos, ya que se dice que se pueden escuchar instrumentos que se tocan solos, puertas que se abren y se cierran de la nada, así como risas y pasos de personas que no están ahí.
Un atractivo reciente comienza a partir de la rampa Javier Batiz, que son Las Escaleras de la Altamira rehabilitadas por los artistas Mode Orozco, Kat.Ce, y Mara y Avocaro, las cuales destacan por hacer tributo al arte huichol y a las Catrinas.
Si aún no has visitado La Casa de la Cultura, no lo pienses más y disfruta de alguna de sus actividades o talleres.