El amor propio no es algo que se logre de un día para otro es un proceso personal y continuo, pero cuando comenzamos a cultivar este amor, transformamos nuestra vida de manera profunda.

Por Alba Rodríguez Gil

Que se celebre y que viva el amor a Dios, a tu pareja, a tus hijos, a tus familiares y amigos, pero después del amor a Dios, comencemos por el amor propio, ya que para poder amar a otros, hay que amarse primero uno mismo.

“Amarse a uno mismo es el comienzo de una aventura que durará toda la vida”

-Oscar Wilde.

 

¿Qué es el amor propio?

El amor propio es la aceptación, el respeto y la valoración que sentimos por nosotros mismos. Va más allá de sentirnos satisfechos con nuestra apariencia o capacidades; implica una relación interna de aprecio que nos permite ser conscientes de nuestra valía como seres humanos, independientemente de logros, errores o las opiniones de los demás. Es la base sobre la cual construimos la autoestima y la capacidad para vivir una vida auténtica.

No es egoísmo cuidar de ti

El versículo Mateo 22:39 dice: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” .  “Como a ti mismo” no en lugar de a ti mismo.

Es fundamental de vez en cuando hacer una revisión emocional para evaluar cómo nos sentimos. Hacer una pausa para reflexionar sobre cómo nos sentimos en relación con la vida en general, el trabajo, las relaciones y nuestras actividades nos dará idea sobre nuestro bienestar.

 

¿Por qué es importante el amor propio?

  1. Base para las relaciones saludables: Solo cuando nos amamos y respetamos a nosotros mismos, podemos establecer relaciones saludables con los demás. Si no sabemos cómo cuidarnos y valorar nuestros límites, es probable que permitamos que otros los traspasen.
  2. Fortalece la autoestima: La autoestima es la percepción que tenemos de nosotros mismos. Cuando practicamos el amor propio, nuestra autoestima se fortalece. Al cultivarlo, dejamos de depender de la validación externa y comenzamos a confiar más en nuestra propia valía. ¿En la relación contigo mismo qué tan orgulloso estás de ti?
  3. Fomenta la salud mental y emocional: El amor propio es esencial para nuestra salud mental. Nos permite tratar nuestras emociones con mayor comprensión y evitar la autocrítica destructiva. Practicar el amor propio también implica perdonarnos por los errores cometidos, lo cual es clave para mantener un equilibrio emocional.
  4. Mejora la salud física: El amor propio también tiene que ver con el cuidado de nuestro cuerpo. Esto incluye alimentarnos bien, hacer ejercicio, descansar lo suficiente y darle a nuestro cuerpo el espacio para relajarse.
  5. Aumenta la resiliencia: La vida siempre presentará desafíos y momentos difíciles, pero el amor propio nos da la resiliencia para afrontarlos. Cuando nos amamos, sabemos que somos lo suficientemente fuertes para superar las adversidades y aprender de ellas.

 

¿Cómo cultivar el amor propio?

El amor propio es un proceso que requiere práctica y paciencia. Aquí te comparto algunas estrategias para cultivarlo:

  1. Autoconocimiento: aprende a conocer y aceptar tu propio ser. Descubre tus valores y pasiones. Acepta tanto tus fortalezas como tus debilidades. Recuerda que nadie es perfecto y lo que te hace único también te hace valioso.
  1. Practica el autocuidado: este es una expresión directa de amor propio. Dedícate tiempo cada día para hacer algo que te nutra y te haga sentir bien, ya sea un baño relajante, leer, hacer ejercicio o simplemente descansar. El autocuidado también incluye poner límites saludables con los demás para proteger tu bienestar. A veces decirle a alguien que no es decirnos a nosotros que sí. ¿Cuándo le has dicho a alguien que no que si te estabas dando a ti?
  2. Háblate bonito: evita la autocrítica destructiva y cambia el enfoque. En lugar de decirte: «no soy suficiente», puedes decir: «estoy haciendo lo mejor que puedo y me valoro por ello».
  3. Aprende a ver los “errores” como lecciones: En lugar de ver los fracasos como una señal de incapacidad, velos como oportunidades para aprender y crecer. El amor propio implica ser amable contigo mismo cuando las cosas no salen como esperabas y recordar que los errores son parte del proceso.
  4. Rodéate de personas positivas: la gente con la que te rodeas influye en cómo te percibes. Busca relaciones que te apoyen, que te valoren y que fomenten tu crecimiento personal.
  5. Haz las paces con tu cuerpo: aprende a amar y respetar tu cuerpo tal como es. Cada vez que te oigas criticar una parte de tu cuerpo, haz una pausa y piensa que puedes agradecer de eso mismo que estás criticando. ¿Si sueles decir que no te gustan tus piernas o que te chocan tus brazos, te invito a preguntarte qué hacen tus piernas y tus brazos por ti?

El amor propio no es algo que se logre de un día para otro es un proceso personal y continuo, pero cuando comenzamos a cultivar este amor, transformamos nuestra vida de manera profunda.

¡Que viva el amor!

 

 

Espera un momento…

0