En ocasiones, se experimenta como un miedo constante a ser «descubiertos» o expuestos como un fraude, ya que la persona no cree que sus habilidades o conocimientos sean suficientes, aunque otras personas los reconozcan

Por Alba Rodríguez
¿Te ha pasado que a pesar de que has tenido éxito sientes que no estás preparado y dudas de tus propias capacidades? ¿Alguna vez has sentido que no mereces el éxito que has alcanzado, que en cualquier momento alguien va a descubrir que no eres tan capaz como aparentas? Si es así, estás experimentando lo que se conoce como el síndrome del impostor, un fenómeno que afecta a más del 70% de las personas en algún momento de su vida, independientemente de sus logros o habilidades.
El síndrome del impostor es un fenómeno psicológico en el que las personas, a pesar de tener éxito en lo que hacen, sienten que no merecen esos logros o que no son realmente competentes. En ocasiones, se experimenta como un miedo constante a ser «descubiertos» o expuestos como un fraude, ya que la persona no cree que sus habilidades o conocimientos sean suficientes, aunque otras personas los reconozcan.
Las personas con el síndrome del impostor suelen experimentar dudas sobre sus habilidades sintiendo que no merecen su éxito y sus pensamientos pueden ser: “Los demás saben más que yo, no entiendo cómo me eligieron a mí para este trabajo..”, “solo tengo esta posición por suerte…”, “no soy realmente bueno en esto…”, “mis compañeros de trabajo son mucho más capaces que yo, solo estoy fingiendo…”, “este proyecto salió bien, pero fue solo porque me ayudaron mucho”.
Distorsión de la realidad
El problema radica en que las personas no se ven a sí mismas suficientemente valiosas y al enfrentarse a cualquier tarea tienden a pensar que otras personas lo pueden hacer mejor, lo que las lleva a vivir con un temor a no cumplir con las expectativas que los demás esperan de ellas.
¿Pero qué hay detrás de este síndrome? De acuerdo con la Psicóloga Isabel Rojas Estape es: “una distorsión de la realidad que va acompañada de una baja autoestima.
La persona se compara constantemente y esto hace que el cerebro perciba casi exclusivamente lo bueno de los otros y lo malo propio, generando una falta de seguridad en sí mismos, lo que conlleva a tener una baja autopercepción”.
El origen de este síndrome, según Estape, tiene sus raíces en haber vivido en ambientes muy exigentes donde el reforzamiento positivo ha sido escaso o nulo y también se ve potenciado si la persona ha sido comparada o se compara constantemente.
Esto crea una voz interior negativa que si no se gestiona puede limitar la capacidad y el potencial de las personas además de provocar sentimientos de ansiedad, malestar y problemas de autoestima, incapacidad de disfrutar de los éxitos, miedo al “fracaso” lo cual puede derivar en la procrastinación.
Manos a la obra
Acciones que puedes tomar si crees que estás experimentando el síndrome del impostor:
- Reconocer y aceptar el Síndrome del Impostor- Identificar y aceptar esa voz interior y reconocer que son solo pensamientos, no verdades absolutas.
- Desafiar las creencias limitantes- Muchas personas con el síndrome del impostor tienen creencias limitantes sobre su capacidad y valor. Es importante cuestionar estas creencias y reflexionar sobre las evidencias que demuestran lo contrario, como tus logros pasados y tus habilidades.
- Aceptar el fracaso como parte del aprendizaje- Una de las principales razones del síndrome del impostor es el miedo al fracaso. Te invito a que veas eso que llamas “fracaso” como una oportunidad para aprender y crecer. Si crees que cometiste un “error”, piensa que aprendiste. Qué harías diferente. Te invito a cambiar la palabra error por lección.
- Reconocer los logros- Aprende a celebrar tus éxitos y a reconocer tus logros, por pequeños que sean. Las personas con el síndrome del impostor suelen minimizar sus éxitos. Esta práctica ayuda a fortalecer la autoestima y a reducir la sensación de fraude. Haz una lista de tus logros.
- Dejar de compararte con los demás- Enfócate en tu propio progreso y en cómo puedes mejorar, en lugar de compararte con los logros de los demás. Recuerda que cada persona tiene su propio camino.
- Buscar ayuda profesional- Si el síndrome del impostor está afectando tu vida diaria no dudes en buscar ayuda de un profesional de la salud mental para mantener tu bienestar emocional.
Por último, no olvides ser amable contigo mismo y tratarte con respeto. No te compares con otros, tu camino es único y tu verdadera esencia es lo que te hace especial. Recuerda tu grandeza.