“Cuando una persona está enferma y no asiste al médico a recibir tratamiento para la tuberculosis, en un año llega a infectar entre 10 a 15 personas más, con mayor riesgo de contagio para los familiares, compañeros de trabajo o el círculo más cercano de individuos con quienes convive”

Por Jeanette Sánchez

Causada por una bacteria llamada Mycobacterium Tuberculosis, la tuberculosis pulmonar es una enfermedad infecciosa que se puede prevenir y curar, si se detecta y se trata de manera oportuna.

El doctor David Alejandro Cabrera Gaytán, jefe de Área Médica de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedades Respiratorias del IMSS, indicó que en México cada año se detecta un promedio de 20 mil nuevos casos.

La principal forma de contagio se da por tener contacto con saliva de una persona infectada. “Se propaga en el aire cuando una persona infectada con la bacteria tose, estornuda o escupe”.

La detección oportuna

La detección oportuna es fundamental, por lo que especialistas del IMSS advierten que, ante la presencia de tos persistente por más de dos semanas, con flema, fiebre, pérdida de peso y fatiga, se debe acudir al médico para recibir el diagnóstico y tratamiento adecuado.

“Cuando una persona está enferma y no asiste al médico a recibir tratamiento para la tuberculosis, en un año llega a infectar entre 10 a 15 personas más, con mayor riesgo de contagio para los familiares, compañeros de trabajo o el círculo más cercano de individuos con quienes convive”, advirtió Cabrera Gaytán.

La bacteria de la tuberculosis puede afectar cualquier órgano del cuerpo, pero el 80% de los casos afecta el sistema respiratorio, particularmente los pulmones, lo que requerirá de tratamiento durante seis meses para eliminar la bacteria.

Esta enfermedad la padecen más los hombres que las mujeres y no tiene límite de edad, ya que puede presentarse desde recién nacidos hasta en adultos mayores; en la mitad de los casos de tuberculosis, la persona tiene otra enfermedad crónica, particularmente diabetes, VIH/SIDA y desnutrición, debido a que está comprometido el sistema inmune y las defensas más bajas, según explicó el galeno.

 

La importancia de la vacuna

Para contribuir a la erradicación de esta enfermedad se debe aplicar la vacuna BCG a todos los recién nacidos, ya que a través de la vacunación es posible prevenir la tuberculosis en sus formas más graves, cuando las bacterias afectan pulmones y el sistema nervioso central.

Por su parte, el responsable Jurisdiccional del Programa de Tuberculosis de la Secretaría de Salud de Baja California, Víctor Manuel García Sierra, explicó que un enfermo contagia a las personas que lo rodean cuando tose o estornuda cerca de ellos.

“Las pequeñas partículas que libera al toser contienen en su interior bacterias de tuberculosis; de esta forma, puede contagiar a todas las personas con las que convive regularmente”.  

Detalló que además de la vía aérea, la bacteria se puede transmitir por la ingesta de agua o leche contaminadas, suele multiplicarse entre 12 y 24 horas y requiere de un periodo de 3 a 5 semanas para crecer en los medios de cultivo.  

El médico informó que el tratamiento tiene una duración de 6 meses y por ningún motivo debe interrumpirse para lograr contrarrestar el padecimiento en su totalidad.  

García Sierra exhortó a prevenir esta enfermedad infectocontagiosa con acciones como el lavado de manos, uso de cubrebocas si está enfermo, buena ventilación y dejar entrar la luz solar en el hogar y áreas de trabajo. 

Además, pidió estar alertas a la tos que persiste por más de dos semanas, fiebre, sudores nocturnos, pérdida de peso y fatiga porque son síntomas de alarma por los que se debe acudir con el médico.

SÍNTOMAS

  • Tos (a veces acompañada de flema o sangre)
  • Fiebre
  • Pérdida de peso
  • Fatiga
  • Sudoración excesiva (especialmente nocturna)

 

DIAGNÓSTICO

  • Baciloscopía: análisis de la expectoración o flema
  • Biopsia: análisis de muestra de tejido pulmonar o de otros tejidos
  • Estudio de Contactos: permite detectar el contagio en personas que conviven o convivieron con un enfermo de tuberculosis pulmonar.

LOS MÁS EXPUESTOS

  1. Población infantil
  2. Adultos mayores
  3. Personas con defensas bajas
  4. Personas con desnutrición
  5. Personas que viven con VIH/SIDA
  6. Consumidores de tabaco
  7. Pacientes con diabetes mellitus

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