Antes del divorcio, en proceso o ya como padres divorciados, intenten resolver sus diferencias en lo privado, lejos de sus hijos. Las discusiones cuando provienen de las personas más importantes de su vida, les afecta y puede ser muy estresante para ellos, causarles malestar emocional que les afectará en su rol como estudiantes.
Por Gabriel Bello
“Todo comenzó hace tres años: acababa de entrar a la secundaria y empecé a notar que mis padres discutían y lo hacían más cuando yo les daba “avisos” de la escuela por mi comportamiento.
Sus peleas se volvieron constantes y más agresivas, yo me sentía atrapado en medio de ellas. Le platiqué a mi mejor amigo y me contó que en su casa pasaba lo mismo, que sus padres peleaban por todo, y que su papá ya se había ido de casa varias veces; me relajé un poco al escucharlo porque me di cuenta que mis padres eran normales, que discutían y peleaban como todos los demás.
Un día, mis padres se sentaron conmigo y me dijeron que habían tomado la decisión de divorciarse; fue una noticia que me dio mucha tristeza, me dolió mucho, aunque ya esperaba algo así, fue muy difícil para mí.
Al principio creí que era mi culpa, que mi comportamiento en la escuela los hacía pelear, pero me explicaron que se estaban separando porque ya no podían resolver sus problemas y que no era mi culpa. Ese día, me prometieron que los problemas se terminarían entre ellos al no estar juntos, que yo estaría bien y que me seguirían amando como siempre.
Mi vida familiar es otra; me cambiaron de escuela, nos cambiamos de casa, mi mamá comenzó a trabajar más horas, ya no pasamos tiempo juntos como antes, casi no veo a mi papá y, lo peor, siguen peleando. Ahora estoy con el psicólogo para aprender a manejar mis emociones, pero creo que los que deben llevar terapia son ellos.”
Esta historia la escucho constantemente en mi consulta clínica, hijos sufriendo el divorcio de sus padres; hijos con una experiencia que no pidieron vivir al nacer.
El divorcio es un proceso emocionalmente difícil para toda la familia, pero principalmente para los hijos. Ellos son las verdaderas víctimas del divorcio; ustedes mañana tendrán otra pareja, otros hijos y serán felices, pero sus propios hijos tendrán que adaptarse a vivir con dos familias y en dos hogares.
Aspectos a considerar
Déjame hablarte de aspectos importantes a considerar si estás pensando divorciarte, o si ya estás en este proceso.
- Si apenas les van a dar la noticia.
Decirles a los hijos que se van a divorciar es una responsabilidad de ambos padres no de uno solo, esta noticia dénsela estando presente los dos y nunca lo hagan después de una discusión, ni como represalia al mal comportamiento de tu pareja.
- Eviten confrontaciones delante de los hijos.
Antes del divorcio, en proceso o ya como padres divorciados, intenten resolver sus diferencias en lo privado, lejos de sus hijos. Las discusiones cuando provienen de las personas más importantes de su vida, les afecta y puede ser muy estresante para ellos, causarles malestar emocional que les afectará en su rol como estudiantes.
- Mantengan estabilidad, en la medida de lo posible.
Traten de mantener la vida de sus hijos lo más estable posible. Eviten los cambios radicales: la mudanza, el cambio de escuela, perder los privilegios a los que estaban acostumbrados, ya no verlos en sus eventos escolares, etc., todo esto traten de evitarlo.
- Fomenten una relación positiva con ambos padres.
Asegúrense de que sus hijos sigan teniendo convivencia con ambos padres. Eviten usarlos como castigo al prohibirles ver a su papá o a su mamá solo porque no depositó para la manutención. En realidad, cuando haces esto, el castigo es para tu hijo no para tu ex.
- Tampoco hablen mal el uno del otro delante de los hijos
Ambos padres son súper importantes para ellos, no van a compartir contigo el concepto negativo en el que tengas a tu expareja.
La dinámica de padres divorciados es complicada porque los acuerdos están plagados de emociones, lo que no permite funcionalidad; yo sugiero ayuda profesional para todos.
