“Este ha sido un proceso de mucho aprendizaje, que me hayan diagnosticado el cáncer joven me cambió la visión de vida y mis prioridades, ahora valoro más esas cosas que realmente son importantes, como la familia; te das cuenta de quiénes son tus verdaderos amigos… siento que todo esto me ha dado madurez y me ha enfocado en lo positivo”

Por Mónica Márquez

Bien dice la frase: «no sabemos lo fuertes que somos hasta que ser fuertes es la única opción que tenemos» y así ha sido para Viviana Martínez Payán, una guerrera incansable que se enfrenta cara a cara contra el cáncer de mama, una enfermedad en la que ha ido de la mano de su familia. 

Su lucha contra el cáncer de mama empezó hace poco más de un año, en julio de 2021, a sus 35 años, justo cuando se encontraba en uno de sus mejores momentos profesionales y sentimentales, sin imaginar que se le presentaría una difícil prueba en la que debería hacer una pausa en su acelerado ritmo de vida.

“Cuando recibí el diagnóstico, me encontraba con muchísimo trabajo, todos los retos se me vinieron al mismo tiempo: laboral, sentimental, profesional… estaba en pleno crecimiento y la vida me dijo: ¡ey! tranquilízate tantito y enfócate en ti”.
Viviana, una joven ensenadense a la que le apasiona la gastronomía y viajar por el mundo, recibió el diagnóstico oportuno gracias a que tiene un angelote que la cuida, como ella dice, al ser intervenida quirúrgicamente para retirar un tejido benigno.

“En mi familia cercana tuve a tres tías que tuvieron cáncer de mama, por eso desde muy chica me hacía estudios y en los ultrasonidos me dijeron que mi tejido mamario era muy denso. No sé si las cosas pasan por algo, tuve un sangrado y me realizaron una biopsia.

“Me tardé un poco en darme cuenta porque siempre uso ropa interior oscura, cuando me di cuenta sí me asusté y fui a que me hicieron un ultrasonido y me dijeron que tenía un papiloma y que la recomendación era que me operaran. Ya cuando me canalizaron con la cirujana y me retiraron el tejido, lo mandaron a analizar el tejido completo y salió una proteína que no debería estar ahí y entonces fue cuando ya se detectó el cáncer”, relató.

Enfrentando el tratamiento 

Después del diagnóstico, la también fundadora y chef del restaurante Mixtura en el Valle de Guadalupe, se sometió a un difícil tratamiento en el que tuvo que pasar por cirugía, medicamentos, quimioterapia y radiación.

“Este año de tratamiento ha sido complicado, porque tienes que ser muy constante y no fallar, debes tomarlo con valor en lo que pasa la etapa difícil. Ya estoy en radiación, aunque lo que me ayuda es que siempre he sido muy activa y sana.

“Lo más difícil para mí fue cuando perdí el cabello, las cejas y las pestañas, porque te dan mucha medicina, me hinche y verme así fue muy fuerte”, compartió la ensenadense, quien asegura que hay un antes y un después en ella a raíz de esta enfermedad, pues ahora disfruta de esas pequeñas cosas que antes no consideraba por querer hacer mil cosas sin delegar. 

Un año de difíciles retos

“Este ha sido un proceso de mucho aprendizaje, que me hayan diagnosticado el cáncer joven me cambió la visión de vida y mis prioridades, ahora valoro más esas cosas que realmente son importantes, como la familia; te das cuenta de quiénes son tus verdaderos amigos… siento que el cáncer de alguna forma ha limpiado mi vida para enfocarme en lo positivo y en mi familia”.

“Me siento afortunada de que haya tenido esta edad porque también afrontarlo con la fuerza y vitalidad de la juventud lo hace más fácil. Me dio fuerzas para sobrellevar los retos que por momentos pueden ser muy difíciles”, compartió.

Cambios en su vida

Definitivamente, las pruebas difíciles impactan en la vida del ser humano, en Viviana tuvo un impacto positivo porque dejó de fumar. “Desde hace mucho ya quería dejar de fumar y a partir de eso, lo dejé por completo, ahora cuando alguien está fumando cerca de mí puedo darme cuenta del olor tan fuerte que uno lleva al fumar y me disgusta”.

“También he tenido que dedicar ese tiempo forzoso para mí, antes no lo hacía porque me gusta hacer muchas cosas, pero la vida me dijo: ¡cálmate y enfócate en ti! Otro cambio es que he fortalecido mucho los lazos familiares, porque siempre he sido muy independiente, pero esto nos dio a toda la familia un “refresh”.

¿Qué papel ha jugado la familia en su recuperación? “Mi familia me ha apoyado en todo, emocional y económicamente, siempre han estado ahí para mí. Mis papás Leticia Payán y Wenceslao Martínez son mi fortaleza y mi cuñada Melanie, has sido la hermana que no tuve, fue la persona que más estuvo ahí para mí en este largo proceso, muchas veces me acompaño, me llevo, me espero y sigue estando ahí para mí. También mi tía Carmen Payán ha sido una fortaleza, ella llegó a mi vida en un momento muy importante.

Sabía que del lado de mi mamá teníamos familia perdida en Tijuana que no conocíamos. Y cuando por fin nos encontramos, pareciera como una relación kármica porque hicimos clic rapidísimo y nos dimos cuenta de todas las similitudes, el aire familiar está muy presente.

La cocina, su terapia

Desde hace siete años, la joven ensenadense emprendió su restaurante Mixtura en el Valle de Guadalupe y el café Santo en Ensenada y su enfermedad no ha sido obstáculo para continuar trabajando y disfrutar de la cocina.

“La cocina es muy terapéutica cuando la disfrutas. Me gusta mucho cocinar y compartirlo con los demás. Disfruto mucho la cocina mediterránea adaptada a la región de las Californias con el producto de mar y el sazón mexicano”, mencionó Viviana, quien se define como una mujer leal a sus amigos y familia, tranquila y paciente, cualidades que le han permitido sortear con éxito esta difícil batalla. 

“Las mujeres pecamos de poner muchas cosas antes que uno, hay que darse ese tiempo para uno mismo, está bien querer estar sola y darte tu espacio, si estás pasando por algo como yo, hay que entender que no debe de haber culpa dentro este proceso.  Dense ese tiempo y permítanse sanar”, concluyó destacando que ahora su principal proyecto es estar sana. 

En breve…

Música favorita: Jazz, alternativa, electrónica, Indie.
Artículo indispensable: cuchillos y audífonos
Mayor debilidad: mi perrita Winnie, se sale con la suya en todo.
Mayor fortaleza: mi familia y soy muy persistente
Libro favorito: Drácula de Bram Stoker
Frase favorita: Menos es más

Espera un momento…

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