“No dejes de tener en mente que nunca es demasiado tarde para iniciar una relación, un nuevo estilo de vida o el emprender vuelo solitario. Se trata de ser feliz, con o sin pareja, pues la relación no es el destino, la pareja es solo el compañero de viaje por tiempo indeterminado”.
Por David Sotelo Felix
Podrás llegar sin pareja a los 60 años de edad con todo tipo de actitud hacia el matrimonio, el sexo opuesto y las relaciones de pareja en general. Incluso, tu visión de la vida puede ser una que facilita o enormemente complica que te aparees con alguien. Por lo mismo, generalizar es un tanto difícil, pues no es lo mismo haber enviudado recientemente de una pareja con la que hiciste vida por la mayoría de tus años, por décadas, de formar familia y juntos haber envejecido amorosamente, a una relación que terminó en divorcio, altamente disfuncional y tóxica.
Tampoco es lo mismo haber tomado la decisión de dejar un matrimonio infeliz, a que te hayan pedido la separación en lo que, para ti, visto desde tu herculina capacidad de negación, fue una terrible sorpresa descubrir que tu ahora ex pareja era profundamente infeliz contigo, solo por mencionar algunos escenarios.
De cualquier manera, tiene que llegar el momento de levantarte y seguir adelante y para el ser humano esto casi siempre significa volver a vivir en pareja. No visto como una obligación, menos a esta edad, sino como una aspiración al bienestar. A final de cuentas, estás decidiendo seguir vivo en este planeta, es por demás sensato que lo quieras hacer experimentando el mayor placer posible, con una sonrisa en los labios y un corazón alegre y liviano, hasta donde tus capacidades e imaginación te lo permitan.
Tips para relaciones de pareja satisfactorias
Veamos entonces unas pautas a considerar para lograr relaciones de pareja satisfactorias de los sesenta años en adelante.
- Acoge la libertad que los años por sí mismos te dan
Ya no “tienes que” hacer o lograr muchas de las cosas que se esperan y tú mismo esperaste de ti. Ya no te toca formar nueva familia, emprender nuevos negocios y aventuras, cuidar y estar preocupado por una imagen o posición social, hacer y cuidarles el patrimonio a hijos pequeños, ser responsable de ellos, etc. Entiéndeme bien. Ya no “tienes que” hacer ninguna de esas cosas, pero quizá quieras hacer muchas de ellas, por gusto, convicción, pasión o cualquier otra razón.
Mi punto es que en la madurez ya no te atan las aspiraciones y las expectativas de propios y extraños por lograr éxito y comprometerte a formar y sostener una familia, al menos en el esquema tradicional, esto significa que, en el contexto de pareja, tampoco estás obligado a volver a casarte o hacer vida con una pareja. Podrías, si te da la gana, nunca jamás volver a siquiera salir en plan cortejo. Podrías mandar al carajo todo ese trabajo de quedar bien, arreglarte, complacer, etc., y quedarte cómodamente en casa haciendo infinidad de cosas. Sí, sí podrías, y tienes el completo derecho a optar por cancelar permanentemente esa opción de tu vida, pero si eres como la mayoría de la gente, querrás tener una compañía de pareja con quien compartir tu vida. Si no en la formalidad del matrimonio o unión libre, sí en el noviar, salir y divertirse con alguien que sientes tu par. El punto es que antes de que suene la alarma del reloj debes haber logrado tener a alguien a tu lado de nuevo. No es una carrera ni este asunto de tener o no pareja de los sesenta en adelante es OPCIONAL y así es como lo podrás vivir con más tranquilidad y placer. Explorar opciones a tu paso y ritmo y no sentir que el tiempo se acaba y competencia.
- Qué es lo que realmente deseas
Ya que tienes claro que no “tienes que” tener pareja, pero que, si quieres, es momento de definir qué es lo que realmente deseas. ¿Buscas volver a comprometerte a un pleno matrimonio o más bien te sienta mejor noviar? ¿Quieres seguir libre en tu soltería y más bien tener personas con las que casualmente y sin compromiso tengas intimidad? ¿Quieres volver a vivir bajo el mismo techo con alguien o más bien verse cuando lo acuerdan y por la noche cada quien se va a su casa? ¿Deseas exclusividad sexual o una relación abierta? Después de haber vivido el matrimonio y formación de familia con un(a) esposo(a) por décadas, quizá ese estilo de vida sea algo que sinceramente ya no deseas repetir. O quizá sea lo contrario, deseas recuperar ese estilo de vida para ti. Entonces, tienes que revisar con toda honestidad tus opciones, definirte y ser muy claro con quién desees tener el tipo de relación que más sentido te hace para ti. Si no están en el mismo canal, si alguno de los dos no es honesto en cuanto a lo que pretende, terminará complicándose la relación de una manera muy desagradable y dolorosa.
- ¿Dónde buscar?
No importa que seas “boomer” y que tus noviazgos de juventud hayan sido “a la antigüita”: en persona, por teléfono, carteándose, etc. Ahora, tienes el mundo entero a tu alcance a través del maravilloso internet, las redes sociales y las aplicaciones de parejas. ¡Úsalas! Si no sabes, pide apoyo a amigos y familiares para ubicarte y ya después explorar por tu cuenta. Esto no descarta que también lo hagas convencionalmente en situaciones de cara a cara, pero usa todas las opciones a tu disposición. ¿Por qué desperdiciarlas? No te quedes en prejuicios y una que otra anécdota que te cuentan de los “horrores” de buscar pareja en línea. Hay muchísimos testimonios de finales felices también.
- ¿Y si lo que necesitas no es una pareja, sino una vida personal más interesante?
A lo mejor lo que necesitas no es una nueva relación de pareja, tal vez necesitas ir tras metas y cambios en tu estilo de vida que te darán profundas satisfacciones y que, incluso, una nueva relación de pareja podría entorpecer o dificultar. Porque plantéate esto: ¿no será que muchas personas corren compulsivamente a buscar pareja porque no saben estar consigo mismas feliz y tranquilamente? En lo que llega esa persona tan especial a tu vida, te haría mucho bien aprender a ser tu mejor compañía.
Cualquiera que sea tu decisión, no dejes de tener en mente que nunca es demasiado tarde para iniciar una relación, un nuevo estilo de vida o el emprender vuelo solitario. Se trata de ser feliz, con o sin pareja, pues la relación no es el destino, la pareja es solo el compañero de viaje por tiempo indeterminado.
*El autor es psicoterapeuta de adultos y parejas en consulta privada. Citas al 664 331 1070.