Los adolescentes necesitan un espacio personal para desarrollar su independencia y autonomía; encerrarse en su habitación es una forma de obtenerlo, además de tener tiempo a solas.

Por Gabriel Bello 

“No me gusta verlo encerrado en su recamara, ya sé que está creciendo, pero debe salir y convivir con la familia”.

¿Qué pasa con los padres, cuáles son sus emociones o qué es lo que piensan al ver a su adolescente gran parte del día en su recámara?

-Preocupación

Se preguntan si su hijo está pasando por algún problema, si tiene alguna situación, si está enfermo o quizá metido en líos que prefiere no compartir con sus padres; a lo mejor está deprimido porque su noviazgo no va bien, etc., y verlo encerrado les asusta.

-Frustración 

A muchos padres les molesta ver a su adolescente perdiendo el tiempo “en cuatro paredes” cuando hay muchas actividades que pudiera estar haciendo fuera de su recámara; frustración por no acomedirse en quehaceres que no le corresponden; frustración de no saber qué tiene su recámara que lo mantiene obsesivamente dentro de ella.

-Tristeza y culpa 

Al ver a su adolescente que prefiere pasar más tiempo en su recámara que conviviendo con ellos; algunos padres pueden interpretarlo como un tipo de rechazo. Este sentimiento puede ser muy doloroso, ya que durante la infancia dedicaron tiempo, amor y atenciones a sus hijos, y ahora, con esta sensación de rechazo, pueden sentir que todo su esfuerzo es ignorado o desvalorizado. 

 

5 razones por las que no sale de su cuarto

  1. Por privacidad. – está creciendo y la privacidad de una recámara para él ya es una necesidad; son muchos los cambios que comienza a experimentar, pero los que más le preocupan, no quiere exponer y por los cuales pide privacidad, son los cambios físicos.
  2. Es su refugio personal. –  ahí puede ser él sin preocuparse de las opiniones de los demás; un lugar donde puede expresar su individualidad, relajarse y encontrar un respiro del mundo exterior.
  3. Fortalece su identidad. – por eso personaliza su recámara con pósters, fotos con amigos, recuerdos sentimentales, juguetes favoritos y todo aquello que refleja su forma de ser. La personalización de la recámara tiene un impacto positivo en el bienestar emocional y psicológico del adolescente.
  4. Es su cueva. – su espacio personal para huir del estrés que le ocasionan sus padres, sus hermanos o las responsabilidades académicas. Es una forma de protegerse y aprender a lidiar con sus emociones; su recámara es un refugio personal para escapar de las presiones diarias.
  5. Es su zona de confort.- la recámara de un adolescente es mucho más que un simple lugar para dormir, es su refugio personal. Ahí es donde escapa del mundo exterior para sentirse cómodo y seguro; disfrutar sin interrupciones de sus actividades digitales como videojuegos, redes sociales, películas, series y chats con amigos.

 

Un espacio personal

Los adolescentes necesitan un espacio personal para desarrollar su independencia y autonomía. Encerrarse en su habitación es una forma de obtenerlo, además de tener tiempo a solas.

Respeta su necesidad de privacidad, pero también fija límites claros y saludables; establece horarios equilibrados para que pase tiempo con la familia y también disfrute de sus actividades en su recámara.

 

Psic. Gabriel Bello

www.yacrecera.com

 

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