Este inicio de año, te invito como meta dedicarte a ti unos minutos al día por ocho días.  Construiremos desde adentro el amor propio para poder expandirnos

Por Maru Lozano

No damos ni recibimos lo que no hemos construido. Este inicio de año, te invito como meta dedicarte a ti unos minutos al día por ocho días.  Construiremos desde adentro el amor propio para poder expandirnos.

Día 1.- Solo es necesario decirte e imaginar

Soy capaz de pensar y afrontar los problemas de la vida y sentirme merecedora de la felicidad.

Estoy recordando esa ocasión en la que me sentí valiosa, importante, exitosa.  Revivo esa experiencia y los sentimientos hermosos.

Hago un viaje a mi niña de siete añitos y recuerdo a la gente que me hacía sentir bien y las pongo en una fila y agradezco su amor. A los que aparecen de otra manera, al día siguiente los vamos a tratar. 

Día 2.- La niña herida

Ahora regresa a tu niñez y toma de la mano a la pequeña con tu potencia de persona adulta;  forma en una fila a la gente que te lastimó, piensa que los sueltas, que los quitas de tu camino uno a uno.  Es importante pensar que la gente que hirió no lo hizo por tu culpa y que todo fue causa de su ignorancia y falta de recursos para educar y acompañar, no te dieron otra cosa porque no la tenían en su ser. Perdona a tus educadores por no estar o no actuar como tú hubieras querido. 

Día 3.- Me doy cuenta

Por unos minutos me doy cuenta cómo respiro y recorro mentalmente mi cuerpo, focalizo mis tensiones y sensaciones.

Vivo conscientemente de mis pensamientos, sentimientos y acciones.  Solo me enfoco en darme cuenta.

Ahora hago consciencia del exterior.  “Ahora me doy cuenta de…” ruido, temperatura, olores, etc.

Día 4.- Me acepto. 

Tengo capacidades, fortalezas, debilidades y me acepto.

Pienso en alguna debilidad y ubico su polaridad. Las integro y acepto que no siempre ni en todos lados, ni con todas las personas soy de esta manera. 

Día 5.- Soy autorresponsable.  Admito que soy responsable de mí misma.

Es cómodo recibir de todo, pero la responsable de mi vida al cien por ciento desde que tengo 21 años, soy yo.

Hago una lista mental de la gente que es para mí un soporte externo y uno a uno me fijo si es soporte positivo o negativo, es decir, ese a quien le estoy pasando mi responsabilidad para evitar yo hacer las cosas.

Reviso una a una si soy verdaderamente responsable de mi salud, emociones, elección de pareja, elección de amigos, bienestar económico, responsabilidad en el trabajo, en las relaciones, manera de tratar a la gente, de mi desarrollo intelectual, de mi carácter, de mi felicidad, de mi autoestima.

Día 6.- Autoafirmación

Tengo derecho a existir.

Analizo si estoy siendo congruente con lo que pienso, siento y hago.

Contesto para mí: ¿quién soy? ¿Qué pienso? ¿Cuáles son mis sentimientos? ¿Qué es lo que quiero? ¿Qué tanto respeto mis deseos, necesidades y valores?

Día 7.- Vivo con propósito

Hago consciente mis metas, los recursos humanos y materiales con los que cuento y mis debilidades.

Hoy me comprometo a cumplir una meta corta.

Respondo para mí: ¿en qué quiero que consista mi vida? ¿Qué quiero lograr? ¿Qué quiero en mis relaciones personales? ¿Cuáles son mis metas en mis relaciones familiares? ¿Están mis metas enfocadas con claridad o son vagas y poco definidas?

Busco y me avoco a una meta en cada área: personal, de amistades, educativa, productiva, de salud, espiritual, cultural.

Día 8.- Trabajo en mi integridad personal

Me quedo con mis creencias y no con las que me inculcaron y ahora no coinciden con las mías.

Reflexiono y enlisto mentalmente mis valores.  Reflexiono si tengo que reestructurar mi escala de valores y si están integrados a mis ideales y convicciones para mejorar mi conducta.

No me juzgo, ahora me doy cuenta que “al darme cuenta” surge una interrogante que me hace crecer que me reedita, que me convierte en una mejor versión de mí misma y que, seguramente, los míos imitarán.  Cinco minutos diarios pienso y revivo un evento placentero con total gratitud, ¡eso cambia también mi energía y lo que atraigo!