Por Mónica Márquez
En el 2015, abrió oficialmente sus puertas el Club de Empresarios BC, siendo la Lic. Lizeth Álvarez Durazo la fundadora de este proyecto cargado de desafíos, pero gracias a su astucia, dedicación, trabajo y esfuerzo hoy es un espacio que reúne a importantes empresarios de la región.
El camino de Lizeth hacia la creación de lo que hoy es el Club de Empresarios BC inició en el 2014 cuando recibió por parte del empresario Isaac Abadi la propuesta de crearlo desde cero.
“Él me quería entrevistar para una de sus empresas, pero luego de escuchar mi expertis, me platica del proyecto del Club de Empresarios, pero me dice: “esto no existe, hay que hacerlo”. Lo pensé y acepté porque desde niña tenía claro que quería dejar un legado para la ciudad y lo vi como un área de oportunidad”.
Lizeth decidió unirse al proyecto con muchas dudas por resolver, porque no había en la ciudad nada similar que pudiera tomar como ejemplo. Con 3500 dólares para arrancar el club, se firmó el acta constitutiva y se estableció el primer consejo directivo.
“Lo más difícil al principio fue conocer a los empresarios, el consejo lo conformaban empresarios muy importantes de la ciudad y era difícil ponernos de acuerdo”.
Después de tocar muchas puertas y vender la idea de lo que sería el club, en enero de 2015 se presentó formalmente el proyecto, durante un evento en el que tuvieron la presencia de Luis Maizel, aunque fue hasta el 1 de octubre de 2015 cuando abrió sus puertas el Club Empresarial de Baja California A.C.
Gran aprendizaje
Definitivamente, esta experiencia le ha dejado a Lizeth mucho aprendizaje. “Aprendí de todo y de todos, aprendí a creer en mí, a confiar y delegar, a que lo más difícil en un proyecto es formar un buen equipo de trabajo. Estoy súper agradecida con todos los empresarios por toda la confianza que pusieron en mí”.
“Lo más satisfactorio es que de repente aquí el día a día la operación te lleva y como en todo hay áreas de oportunidad y cuando eres perfeccionistas sientes que no lo terminas, que algo le falta, pero cuando recibes empresarios de fuera y quedan súper contentos, esa satisfacción que queda cuando alguien te lo dice, se siente súper bien”.
“Creo en los ciclos, que puede llegar alguien a administrar el club de una manera más profesional en la parte de estandarización. Aunque esto me da la pauta para creer en mí y decidirme a ser empresaria”, expresó.
Su etapa como empresaria
La licenciada en Administración de Empresas mencionó que como parte de sus proyectos abrió su Consultoría D&R Consulting, cuyo objetivo es llevar de la mano al médico y a todos los de la industria wellness a ser empresarios.
“Nos enfocamos en ellos, en ver cuál es su visión y a partir de eso analizamos lo que ya tienen y les creamos las estrategias para que aprovechen bien su necesidad”, explicó.
“Aprendí de todo y de todos, aprendí a creer en mí, a confiar y delegar, a que lo más difícil en un proyecto es formar un buen equipo de trabajo. Estoy súper agradecida con todos los empresarios por toda la confianza que pusieron en mí”
Adicional a la consultoría, también tiene la empresa de Zen Cookies, la cual inició en plena pandemia, pero que poco a poco va creciendo. “Ahorita mi objetivo principal es hacer crecer tanto la consultoría como la empresa de galletas”.
“Les diría a todas esas mujeres que quieren emprender, que se atrevan, que tomen el riesgo, aunque antes vean los pros y contras de su proyecto, aunque si es algo que realmente les nace del corazón, que lo hagan, que se suban al barco. Mientras tengan la meta bien clara, van a llegar, como sea pero lo van a lograr. En el transcurso de ese caminar, si son inseguras poco a poco van a creer en sí mismas”, concluyó.
En breve
Artículo indispensable: libreta, pluma y plumones de colores
Libro favorito: El Club de las 5 de la mañana de Robin Sharma
Música favorita: rock alternativo | chill out
Mayor debilidad: las mascotas
Mayor fortaleza: disciplina y enfoque
Frase favorita: “el no ya lo tienes, así que sigue tu objetivo sin miedo”
