Por Sandra Jiménez

 

En un mundo donde la primera impresión cuenta, nuestra imagen personal se convierte en una poderosa herramienta de comunicación. Más allá de las tendencias y las marcas, la forma en que elegimos vestirnos dice mucho de quiénes somos, cómo nos sentimos y cómo queremos ser percibidos. Pero, ¿cómo lograr que nuestro estilo hable por nosotros de manera auténtica y coherente?

 

Conoce tu estilo: el punto de partida

El primer paso para expresar tu personalidad a través de la moda es identificar tu estilo. ¿Eres una persona clásica, minimalista, bohemia o audaz? Tómate el tiempo para observar qué prendas te hacen sentir cómoda, segura y fiel a ti misma.

Por ejemplo, si tu personalidad es estructurada y organizada, es probable que te sientas atraída por cortes rectos, tonos neutros y piezas sobrias. En cambio, si te consideras creativa y espontánea, los estampados llamativos, los colores vibrantes y las mezclas inesperadas serán tu mejor aliado.

Un buen ejercicio es crear un tablero de inspiración. Reúne imágenes de outfits que te gusten, analiza los elementos comunes y define los colores, formas y estilos que más se alinean con tu esencia.

 

El poder del color: mensajes y emociones

Los colores que elegimos no solo reflejan nuestro estado de ánimo, sino que también pueden transmitir ciertos mensajes a quienes nos rodean. El negro proyecta autoridad y elegancia, el rojo comunica seguridad y pasión, mientras que los tonos pastel evocan suavidad y cercanía.

Para expresar tu personalidad a través del color, haz una breve introspección: ¿Qué quieres proyectar hoy? ¿Confianza, calma o energía? Jugar con los tonos adecuados te permitirá reforzar ese mensaje sin decir una sola palabra.

¿Sabías que los colores que eliges al vestir pueden influir directamente en cómo te perciben los demás y en cómo te sientes tú mismo? En moda, el color es una de las herramientas más poderosas y menos comprendidas. No es casualidad que el rojo se asocie con la pasión o el negro con la elegancia; cada color tiene una carga simbólica, emocional y cultural que puede potenciar —o sabotear— el mensaje que deseas proyectar.

1) Rojo: poder, pasión y acción

Usar rojo es una declaración de fuerza. Es un color que no pasa desapercibido y suele asociarse con liderazgo, energía, amor y, a veces, agresividad. Ideal para presentaciones, citas o situaciones donde se requiere presencia y seguridad. Eso sí, úsalo con equilibrio, ya que su intensidad puede abrumar.

2) Azul: confianza, serenidad y profesionalismo

El color más utilizado en entrevistas de trabajo y juntas corporativas. El azul transmite estabilidad y honestidad, además de ser relajante. Es perfecto para cuando necesitas proyectar autoridad sin parecer amenazante.

3) Negro: elegancia, misterio y poder

Es el color del “menos es más”. El negro estiliza, aporta sofisticación y seriedad. En eventos formales, reuniones importantes o incluso en días donde prefieres pasar desapercibido sin perder presencia, el negro es el aliado ideal.

4) Blanco: pureza, claridad y renovación

El blanco comunica limpieza, transparencia y simplicidad. Usarlo en un look completo proyecta orden y luz, aunque también puede percibirse como distante si no se combina con colores cálidos o texturas suaves.

5) Amarillo: alegría, creatividad y atención

Es el color del optimismo. Estimula la mente y la conversación, aunque puede cansar visualmente si se usa en exceso. Ideal para eventos sociales, arte o días en los que quieres levantar tu ánimo.

6) Verde: equilibrio, salud y naturaleza

El verde se asocia con lo natural y lo armónico. Es perfecto para entornos relajados o cuando quieres transmitir accesibilidad. También proyecta crecimiento y renovación.

7) Rosa: Empatía, dulzura y modernidad

Dependiendo del tono, puede ser romántico o atrevido. El rosa pastel suaviza, mientras que el fucsia empodera. Hoy más que nunca, el rosa ha roto estereotipos de género y se ha convertido en un símbolo de autoconfianza y estilo.

 

¿Cómo usar esta información en tu día a día?

La clave está en usar el color de manera estratégica y auténtica. Si tienes una reunión importante y deseas proyectar autoridad, opta por azul marino con acentos en rojo. Si vas a una cita informal y quieres mostrar cercanía, un tono cálido como el terracota o el mostaza puede funcionar mejor. La idea no es disfrazarte, sino comunicar mejor tu esencia y objetivos.

*La autora es consultora de imagen profesional.

 

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Instagram: Sandi Jiménez | Fashion Stylist

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