Por Psic. David Sotelo Félix

Si la elección exitosa de pareja fuera sólo un asunto de intuición, corazonadas y atracción, entonces bastaría esperar a que Cupido te hiciera la travesura con una de sus románticas flechas y… ¡listo!, pero es un poquito más complicado que eso.

Tener una relación de pareja que funciona para ambos implica, sí, los sentimientos, la atracción, la pasión que a veces (no siempre) se da con el “flechazo” de atracción a primera vista (que no amor a primera vista).  Pero además de esto, entran en juego la complementariedad multinivel, la identificación en un mínimo de valores, principios y costumbres. La afinidad en ciertos gustos y proclividad a un estilo de vida. Va mucho más allá de gustarse. Aunque claro, gustarse en muy buen comienzo.

Entonces, a petición de unas queridas amigas, va esta lista básica de lo que tienes que saber antes del “sí” definitivo:

  1. Coincidencia valoral: el compartir, en términos generales, una visión y filosofía de vida es clave para la armonía en pareja. ¿Qué tanto coinciden en el espectro liberal-conservador, izquierda-derecha, religioso-ateo, abiertos o cerrados? Sólo por mencionar algunos importantes. Si fueran muy diferentes, quizá no lo noten o resientan al principio. Después de todo, en la fase de enamoramiento estamos muy ocupados gozando nuestra compañía. Pero si se es una pareja joven, cuando vienen los hijos, las diferentes formas de pensar y percibir el mundo pueden convertirse en diferencias críticas y a veces irreconciliables. Es importante notar que primero tú tienes que tener clara tu visión y filosofía de vida. Y esto se detecta sabiendo que es lo más importante para ti, cuáles son tus prioridades vitales principales, qué asuntos no son negociables, ni con tu pareja, y en cuáles puedes ser flexible.
  2. Conoce su pasado (incluyendo por supuesto su historia de pareja): cuidado aquí con interrogar o ser insistente o reaccionar con celos ante la información, sucesos y amores que te precedieron. Obviamente puede ser muy iluminador el saber cómo le fue con parejas anteriores, pero eso es sólo parte de la historia. Interésate también porque te cuente sobre su pasado familiar, académico, de amistad y laboral.  Sus éxitos y fracasos. En particular, conoce su relación con el padre del sexo opuesto, pues ese fue su primer hombre (si es mujer) o su primera mujer (si es hombre) y esa relación determina en gran medida cómo son las relaciones subsecuentes con el sexo opuesto, es decir, ¡tú! También pon especial atención en la manera de ser e, incluso, cómo luce físicamente el padre del mismo sexo, pues se podrá parecer mucho en ambos aspectos a tu pareja unas décadas más adelante. Y cuidado con la pareja que se resista o, incluso, moleste por tu interés en querer saber más de su pasado. ¡Mala señal! pues esto podría significar que hay algo significativo que te quiere ocultar (y que lo llegues a saber demasiado tarde) o que tiene serios problemas para abrirse e intimar emocionalmente y… ¿realmente deseas a alguien tan complicado?
  3. Conoce su presente: ¿Quiénes son sus amigos? ¿A qué se dedican? ¿Cuáles son sus costumbres? ¿Cómo piensan? ¿Has escuchado el dicho “Dios los hace y ellos se juntan”? ¡Es cierto! Los mejores amigos son por identificación, entonces esa es una buena pista de cómo es y cómo piensa tu pareja. Además, de su presente conoce obviamente dónde vive, dónde trabaja y, por supuesto, a su familia. Al principio, a veces no queremos o no quiere nuestra pareja presentar o presentarnos la propia familia. En ocasiones, es una buena señal de que sólo al sentir que es algo formal, entonces te lleva a casa a conocerlos. Otra cosa es estar evitando y posponiendo este importante encuentro ya bien adentrados (meses a veces años) en la relación. ¿Qué se teme?
  4. Conoce su futuro: No, no te estoy sugiriendo que vayas a que te lean las cartas. Me refiero a que te adentres en conversaciones profundas y duraderas con tu pareja acerca de su futuro. ¿A qué aspira? ¿Cuáles son sus sueños? ¿Cómo desea vivir más adelante? ¿Cuál sería su viaje ideal? ¿Qué tanto quiere trabajar? ¿Piensa en términos familiares o individualmente? ¿Habla en términos “yo” o “nosotros”?

Como ya te habrás dado cuenta, para saber las respuestas a todas estas interrogantes necesitan tener muchas conversaciones francas y profundas. Sin embargo, hay cosas que también las conocerás con simplemente escuchar y observar. Muchas de las respuestas te las dará tu pareja sin siquiera percatarse. Te contestara con su comportamiento, su trato, sus opiniones, actitudes, pero sobre todo con los hechos con y hacia terceros. En ocasiones, el maltrato, la grosería o la insensibilidad mostrada a otra persona es suficiente para terminar una relación. No importa que contigo se comporte de lo más dulce y agradable, eso que lo ves haciendo con o hacia otros podrá, en cualquier momento, tornarse en tu contra. Entonces no dejes de usar todos tus sentidos para percibir a tu pareja y cuida no proyectar tus esperanzas y deseos sobre él o ella al grado que termines casándote con tu idea de la persona y no la persona misma.   

 

Espera un momento…

0