
Por Lic. Josefina Orozco
Estados Unidos ha sido durante mucho tiempo un destino atractivo para profesionales de todo el mundo que buscan avanzar en sus carreras y contribuir a la economía estadounidense. El sistema de visas para profesionales en EE. UU. ofrece diversas opciones para aquellos que desean trabajar en el país, cada una con sus propios requisitos y beneficios. En este artículo, exploraremos las principales categorías de visas disponibles para profesionales y discutiremos los desafíos actuales en este campo.
H-1B: La visa más codiciada
La visa H-1B es quizás la más conocida y solicitada entre los profesionales extranjeros. Está diseñada para trabajadores en ocupaciones especializadas que requieren al menos un título de licenciatura o su equivalente. Cada año, el gobierno de EE. UU. establece un límite de 85,000 nuevas visas H-1B, que incluyen 20,000 reservadas para titulados de maestrías o doctorados de universidades estadounidenses. Debido a la alta demanda, estas visas se asignan mediante un sistema de lotería, lo que hace que el proceso sea competitivo e impredecible.
L-1: Transferencias dentro de una empresa
Para ejecutivos, gerentes y empleados con conocimientos especializados que trabajan para empresas multinacionales, la visa L-1 ofrece la oportunidad de transferirse a una oficina en EE. UU. Esta visa no tiene un límite anual y puede ser una excelente opción para aquellos que ya trabajan para una empresa con presencia en Estados Unidos.
O-1: Para individuos con habilidades extraordinarias
La visa O-1 está reservada para personas con habilidades extraordinarias en ciencias, artes, educación, negocios o atletismo. Aunque los criterios son exigentes, esta visa no tiene un límite anual y puede ser una opción viable para profesionales altamente calificados y reconocidos en sus campos.
Desafíos actuales
A pesar de las oportunidades que ofrecen estas visas, los profesionales extranjeros enfrentan varios desafíos:
1. Competencia intensa: La demanda de visas, especialmente la H-1B, supera con creces la oferta disponible.
2. Cambios en las políticas: Las regulaciones de inmigración pueden cambiar con las administraciones, creando incertidumbre para los solicitantes y empleadores.
3. Proceso de solicitud complejo: Navegar por el sistema de inmigración de EE. UU. puede ser complicado y costoso, requiriendo a menudo la asistencia de abogados especializados.
4. Tiempos de procesamiento largos: Dependiendo de la categoría de visa y la carga de trabajo de las agencias gubernamentales, los tiempos de espera pueden ser extensos.
5. Restricciones de viaje y trabajo: Algunas visas limitan la flexibilidad del titular para cambiar de empleador o viajar fuera de EE. UU.
*La autora es abogada y directora de International Consulting Law Group, especialista en inmigracion y Derecho Internacional.