
“Septiembre es un mes que nos invita a recordar la historia, a sentir el corazón vibrar al ritmo del himno nacional y a honrar las raíces que nos dieron patria. También es una oportunidad para reconocer a quienes, con acciones firmes y silenciosas, siguen construyendo a México todos los días: las mujeres”
Por Rocelia Ramos
Cuando hablamos de mujeres que construyen un país, hablamos de ti lectora, que te preparas todos los días, que quieres un mejor mañana en tu vida personal, familiar y profesional, que donde quiera que pases, dejes un país mejor.
Septiembre es un mes que nos invita a recordar la historia, a sentir el corazón vibrar al ritmo del himno nacional y a honrar las raíces que nos dieron patria. Pero más allá de las fechas, este mes también es una oportunidad para reconocer a quienes, con acciones firmes y silenciosas, siguen construyendo a México todos los días: las mujeres.
Desde una mirada histórica, la participación femenina en la construcción de México ha sido constante, aunque muchas veces invisibilizada. Durante la Guerra de Independencia, nombres como Josefa Ortiz de Domínguez, Leona Vicario y muchas otras heroínas anónimas arriesgaron su vida por una causa mayor. No empuñaron solo armas, también tejieron redes de información, protegieron ideales y sostuvieron la lucha desde el corazón del hogar y de la resistencia.
La mujer, pieza clave del país
Hoy, dos siglos después, la mujer mexicana sigue siendo pieza clave del país que somos y el que aspiramos a ser. Desde el campo hasta los laboratorios de investigación, desde las aulas hasta los comités vecinales, desde la casa hasta el Congreso, las mujeres están liderando, cuidando, creando, educando, sanando, produciendo y transformando.
Ser mujer en México implica enfrentar múltiples desafíos: desigualdad, violencia, brechas laborales. Pero también significa tener una fuerza ancestral, una conexión profunda con la vida, la comunidad y la resiliencia. Cada madre que educa con valores, cada emprendedora que impulsa su negocio, cada trabajadora que defiende su derecho, cada joven que alza la voz… está construyendo un mejor país.
Y es que construir una nación no es solo tarea de batallas, leyes o instituciones. También se edifica con amor, con conciencia, con determinación y con el ejemplo diario. Las mujeres mexicanas encarnan esta visión integral del progreso: una que pone al ser humano al centro, que no separa razón de emoción, que apuesta por la dignidad y el bienestar colectivo.
Orgullo nacional
Este septiembre, más allá del orgullo nacional, recordemos que México también se escribe con m de mujer, de madre, de maestra, de médica, de militante, de mexicana.
Y que cada una, desde donde está, puede ser arquitecta de futuro, constructora de esperanza y defensora de sueños.
Porque cuando una mujer se levanta, también se levanta una parte del país. ¿Y tú, cómo contribuyes para que cada lugar por donde pases esté mejor del que estaba?
Por un México mejor cada día, iniciando por un cambio propio, para seguir transformando, inspirando a ser mejor.
Te invito a seguirme como “Rocelia Ramos” @martharocelia y ver reflexiones en Instagram.
La autora es coach y escritora de la firma “Punto de Equilibrio”. Creadora del best seller “Cómo transformar tu vida y profesión con éxito”.