Maru Rique de Vargass, madre, esposa, hija, hermana, amiga y tijuanense, es la fundadora de una de las asociaciones civiles más importantes actualmente en la ciudad: Tijuana Sin Hambre.

Por Natalia Monroy

 En esta edición, te presentamos a Maru Rique de Vargas, nuestra mujer del mes que ha sabido manejar una labor maratónica que surgió en plena pandemia para atacar uno de los principales problemas socioeconómicos que se agigantaron a raíz de la misma, como lo fue el hambre. Maru Rique de Vargass, madre, esposa, hija, hermana, amiga y tijuanense, es la fundadora de una de las asociaciones civiles más importantes actualmente en la ciudad: Tijuana Sin Hambre.

Nació dentro de un núcleo familiar muy fuerte, para sus padres tanto ella como sus hermanos eran la prioridad del hogar, por lo que creció rodeada de amor y sintiéndose muy segura desde que era niña. Estudió la Licenciatura en Ciencias Políticas en San Diego State University, ya que quería una carrera que le apasionara y abarcara varios ámbitos como las relaciones humanas. Al poco tiempo de graduarse, se casó con el amor de su vida con quien compartiría sus ganas viajar y conocer, y así lo harían por muchos años hasta que decidieron convertirse en padres de su primer hijo, un pequeño que al día de hoy tiene seis años.  

Su nombre completo es María Eugenia pero todos la conocen como Maru, se define como una mujer que tiene los pies en la tierra, determinada en lo que hace, pero también amorosa, cálida y siempre dispuesta a ayudar. A sus 40 años dirige una fundación que marcó una pauta durante la contingencia sanitaria en la frontera, ya que se dedicó a buscar alimento para los más vulnerables. Hoy, la labor aún continúa.

SUMANDO ESFUERZOS

Tijuana Sin Hambre surge en abril de 2020 cuando el COVID-19 azotaba todo el mundo. A las primeras semanas de esta pandemia, lugares de trabajo en la región comenzaron a cerrar sus puertas provocando una crisis de hambre y desempleo. Fue así, como un día, Maru pensó que a través de la comida podía aportar su granito de arena.

“Cuando me comienzo a dar cuenta que mucha gente se iba a quedar sin trabajo y sin tener un ingreso a causa de la pandemia pensé que debía hacer algo, así que convoqué a mis vecinos desde un chat que tenemos y pregunté quién quería hacer despensas para entregar a las familias que las necesitaban. En menos de 10 minutos teníamos 30 voluntarios y a la semana ya éramos 300”, cuenta. Actualmente, son alrededor de 3 mil.

La dinámica consistía en preparar despensas de hasta 35 kilos para entregarlas a familias en situación de pobreza y pobreza extrema que vivían en las zonas más vulnerables de la ciudad. El objetivo de Maru era que estos ciudadanos no tuvieran la preocupación diaria de qué iban a comer y que en su mesa no faltara un plato de comida caliente. Estaba convencida que el hambre era algo que se tenía que atacar.

“No hay nada como alimentar al corazón, ganamos más los que damos que el que recibe”

“Para mí la pandemia fue un golpe muy fuerte en el que me di cuenta que la salud lo es todo y que no hay nada comprado, me hizo valorar la vida y sacar fuerza como a todos los tijuanenses, lo mejor de nosotros. Así nace Tijuana Sin Hambre, un proyecto que ni siquiera tenía un nombre al principio, pero que era por el simple amor a Tijuana y a su sociedad”, asegura.

MÁS DE 60 MIL PLATILLOS ENTREGADOS AL MES

La labor continúa y brinda alimento a más de 60 mil personas al mes, son 2 mil 500 platillos que se preparan al día y distribuyen en 16 albergues y orfanatos de Tijuana. Y aunque se debe reconocer y aplaudir el esfuerzo tanto de Maru como de todos los involucrados, no se puede dejar de mencionar que el camino no ha sido fácil, pues ha habido muchos retos y han sido bastantes las puertas que se han tenido que tocar no sólo para que el proyecto siga vigente, sino también para que cada vez tenga un mayor impacto.

 

“No hay nada como alimentar al corazón, ganamos más los que damos que el que recibe”

 

 

 

Lo que comenzó en la cocina de su casa hace tres años, ahora es un modelo de alianza filantrópica binacional que cuenta con el apoyo de distintas organizaciones como International Community Foundation y This is about Humanity,

Además de empresas socialmente responsables que se han unido, ya que el 90% de los alimentos se consiguen a través de donativos. Ahora la comida se realiza en una cocina central y se distribuye diariamente en los diferentes albergues.

UNA MISIÓN DESDE EL ALMA

“La misión es ser parte del sistema que acabe con el hambre en nuestra frontera por medio de programas consistentes. Tijuana Sin Hambre es un imán para nuestra sociedad, es una causa en común. Me llena el alma saber que gracias al esfuerzo de todos los que estamos aquí cientos de familias pueden comer diariamente”, afirma Maru, la mujer del mes que nos inspira con su amor incondicional a la ciudad que la vio crecer y su sueño de lograr una Tijuana Sin Hambre.

 

En Breve…

  • Mayor fortaleza: Dios
  • Mayor debilidad: La niñez en estado de vulnerabilidad, me parte el corazón.
  • Libro favorito: El Alquimista de Paulo Coelho
  • Una frase: Que no te digan que el cielo es el límite cuando hay huellas en la luna.

 Datos de contacto:

  • Facebook: Fundación Tijuana Sin Hambre
  • Instagram: @fundaciontijuanasinhambre
  • Sitio web: fundaciontijuanasinhambre.org

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