“El periodismo me ha dejado sonrisas, agradecimientos y bendiciones porque cuando actúas para servir a la comunidad a través de este, siempre vas a hallar quién rece por ti”

Por Mónica Márquez

De voz inconfundible, nacida en la Ciudad de México pero adoptada como tijuanense, de corazón altruista, con 41 años en el periodismo; se le distingue por hacer un trabajo directo, siempre del lado de la comunidad, nos referimos a María del Carmen Flores Ávila, mejor conocida como Mari Carmeeeen Flores.

Mari Carmen creció en una familia muy feliz de un obrero fuerte pero recio y un ama de casa alegre y cantadora; fue la tercera de seis hermanos, que con el tiempo se convirtieron en 7 porque sus papás José Antonio Flores (+) y Juliana Ávila (+) adoptaron a Leticia. En casa todos le decían Reina, porque definitivamente fue la consentida de su papá.

“Con mi papá aprendí a boxear, a jugar futbol; él era mi entrenador y masajista. Gané dos veces como goleadora  de futbol de barrio. Aprendí a jugar trompo y balero. Era como su tercer niño porque antes de mí nacieron mis dos hermanos Luis Antonio y Francisco, después del 1957 al 1961 no hubo hijos y cuando llego yo: niña y sietemesina,¡imagínate! Después nacieron mis hermanas Clara, Adriana y Ana Lidia”, compartió.

 

Todo quería estudiar

Su carrera como periodista inició hace 41 años, aunque lo cierto es que antes de que Mari Carmen eligiera esta profesión, primero quiso ser bailarina, pero ese sueño quedó en el aire; después, bibliotecaria y física-química matemática. “Todo quería estudiar, mi papá me decía: “solo te falta ser bombera”, recordó.

Un día llegó a sus manos el periódico, el cual aprendió a leer con su papá; ahí encontró una convocatoria para la carrera de reportero gráfico y sin pensarlo dos veces aplicó para el examen de la Escuela de Periodismo Carlos Septien García, la primera escuela de periodismo del país, prosiguió, ahí estudió y, al mismo tiempo, fue la aprendiz del periódico La Prensa. La primera nota que cubrió fue una policiaca. 

 

Su llegada a Tijuana

Cuando terminó de estudiar, el director de la escuela Alejandro Avilés le comentó sobre una oportunidad de trabajo en Tijuana, fue así como sin pensarlo se vino a esta ciudad y se unió a las filas del periódico El Mexicano el 18 de julio de 1984.

Dijo que con tan solo 23 años, un neceser de cosméticos, libros y 500 pesos en la bolsa llegó a Tijuana a ocupar el puesto de secretaria de redacción de dicho medio impreso. Al poco tiempo, la invitaron a ser parte de la edición matutina de 1984 a 1987.

“El periodismo me ha dejado sonrisas, agradecimientos y bendiciones porque cuando actúas para servir a la comunidad a través de este, siempre vas a hallar quién rece por ti”. 

Enamorada de esta ciudad

Definitivamente, Mari Carmen es una mujer que ama esta ciudad que la adoptó como suya y que a través de su trabajo, acciones e iniciativas quiere regresarle un poco de lo mucho que le ha dado. 

“Cuando llegué a esta ciudad me involucré, gracias a Aída Anchondo de la revista Juventudes, con la comunidad de Tijuana; empecé a conocer los grandes retos de hombres y mujeres que llegaron a darle vida a esta ciudad, como don Alfonso Bustamante, los Fimbres, el Dr. Aubanel… Empecé a ver las historias de hombres recios que aquí no se doblaron, personas que llegaron a servir a la comunidad. Se fue dando una cadena de servicio”.

“Lo más maravilloso es la cadena de la buena voluntad; cuando llegué a Tijuana, llegué con vivienda por tres meses y cuando tuve que dejarla, llegó Malena Valdez y me dio una cobija, ese gesto y el de la persona que te dice cómo tomar el taxi, esa persona que te dice “no estás sola”, es la parte que más me atrapó… Tijuana es una ciudad que te da la mano, que te recibe, te dan, pero al momento que da vuelta la vida tú tienes la oportunidad de dar. Tijuana es una ciudad de buenas personas, de migrantes con sueños”, compartió emocionada.

 

Con corazón altruista

Fundadora de la Asociación Salvavidas de BC., aliada de la Ciudad de los Niños y el Hospital Infantil de las Californias, así como de la Cruz Roja Tijuana y del Patronato de los bomberos de Tijuana. Desde el 2010 ha participado de forma altruista con Tijuana Innovadora; desde su trinchera, impulsó el trabajo de ciudadanos para la construcción del Museo El Trompo y así la lista continúa y nos refleja a una mujer que el altruismo es parte de su vida.

“Mi madre salía a lavar ropa ajena y lo hizo hasta que yo estaba en secundaria. Se quitaba el pan de la boca para dárselo a alguien más, que tal vez tenía menos posibilidades”. 

Sus padres le enseñaron a luchar contra la injusticia, el saber dar y a conducirse con honestidad, valores que son parte de su vida, comentó Mari Carmen, quien tiene diplomados en migración, lenguaje inclusivo y psicología reconstructiva. Además, es coautora de 4 ediciones de “Grandes Mujeres”, editado por la Alianza de Mujeres por Mujeres.

Legado para su familia

Parte elemental en la vida de la periodista es su familia, la cual está compuesta por su esposo el periodista Enrique Sánchez y sus hijas Mariel, Mariana y Natalia, a quien tomó en adopción y se ha dedicado a educarla y darle amor sin distinción.

“Mis hijas ya tienen el legado de honestidad, justicia, ver por los demás, ser solidarias, trabajar mucho, eso ha trascendido de la familia; el legado es que sepan que su madre jamás agachó la vista para quedar bien con nadie, que jamás en este oficio estiró la mano por una nota, que estén orgullosas de su madre”, finalizó.

 

En breve

Artículo indispensable: una pluma

Música favorita: todo tipo de música

Libro favorito: Amor en los Tiempos de Cólera de Gabriel García Márquez

Mayor debilidad: Tijuana

Mayor fortaleza: la pasión con la que hace las cosas

Frase favorita: “Nada que no te conste, nada que no puedas probar”.

 

Espera un momento…

0