Existe el abuso de “contacto” y de “no contacto” y es que un 40% de las violaciones es perpetrada por un miembro de la familia y el 60% restante por personas cercanas.
Querida lectora, a lo mejor a tí te toca saber de algún menor abusado y es por esto que debemos tener información. ¡Es que necesitamos herramientas para reaccionar! ¿Qué harías si tu hijito te dice que alguien se propasó con él? Primero que nada, si los adultos estamos bien educados en el tema, podríamos dar las armas que necesitará para comunicarse y prevenir. Es vital empoderar al menor porque tiene dominio total de su cuerpo.
Es importante reconocer los patrones de los abusadores y el impacto tan grave que causa en el menor. Existe el abuso de “contacto” y de “no contacto” y es que, de acuerdo con la psicóloga Paula Aguilar, experta en el tema, un 40% de los abusos es perpetrado por un miembro de la familia y el 60% restante por personas cercanas. ¡Impresionante que los tengamos cerca!
Socialmente hay mensajes que hacen ocultar por veinte o treinta años lo que nos pudo haber pasado de chiquitos, es que dime tú ¿cómo podrá un niño o niña expresar el susto y la consternación? Es que una persona solo puede pensar en algo que esté representado por palabras; entonces si no se sabe nombrar qué le sucedió ¡pues se volverá algo impensable e incomunicable!
La culpa
La culpa es algo que se siente. Increíble, pero un menor siempre se adjudicará ese sentimiento porque forma parte del abuso manipulador que recibió.
Cifras que enojan y nos deben hacer pensar en nuestro país son las estadísticas que, por supuesto, deben estar muy alejadas de la realidad, pero para que te des una idea, la psicóloga Paula Aguilar comparte que una de cada cuatro niñas y uno de cada seis niños son abusados antes de los doce años. Pero acordémonos que en México hay poca denuncia, por lo que le podríamos aumentar.
Entonces, el menor lo calla y los adultos a cargo también, porque enfrentar esto produciría un movimiento familiar muy fuerte. ¡Silencio total! ¡Se minimiza la reacción! Nadie quiere problemas, pero buena parte de la sanación de la víctima está en la manera cómo se acompaña por parte de papá, mamá o educador.
El acompañamiento
Se debe escuchar con atención, se debe creer y decírselo así, se debe también comunicar que estamos con él o ella para apoyar, contener y proteger su experiencia. Al hacer esto cuando se te acercan y te revelan el acto que vivieron, se empiezan a curar.
Dice Paula Aguilar que lo primero que tienes que hacer es dar las gracias: “Gracias por haberme contado esto porque es muy importante, lo que esa persona hizo no es adecuado; me siento muy orgullosa de que te diste cuenta y tuviste el valor de platicármelo a pesar del miedo. Yo lo tenía que saber”. Con estas palabras, también sigues ayudando a sanar. Por favor, que no se note la ira que seguro sientes, que no se note la impotencia y las ganas de ir a apergollar a esa persona, tu hijo o hija se moriría del susto y bastante carga ya trae.
Cuidado con asustarle con tus aspavientos porque entonces la víctima cambiará su versión. Solo hazle sentir seguridad, cuidado, respaldo y compañía.
La prevención
Lo que puede ayudar para prevenir es:
• Hablar sobre el cuerpo y la privacidad. Nombrar de manera apropiada cada parte del cuerpo y explicar su función. Decirle que nadie tiene derecho a verlo ni tocarlo porque son sus partes íntimas.
• Supervisa y controla sus dispositivos y sus salidas. Asegúrate que tu hijo o hija esté en compañía en situaciones sociales para que sepan que hay seguridad.
• Asegúrate de saber y conocer con quiénes interactúa en lo virtual y si es presencial, evita fiestas en casas, sobre todo pijamadas.
• Para fomentar confianza y comunicación, háblale sobre los riesgos y que siempre acuda a tí, que cuando sienta incomodidad con alguien diga: “Lo que me dices, se lo voy a decir a mi mamá…”
• Reconoce las señales que te advierten como cambios en su manera de ser, pesadillas, cambios de alimentación, problemas académicos, etc.
Aquí en Tijuana tenemos a una gran psicoterapeuta que es Norma Torres, fundadora de “Ámate y Cuídate, A.C.” para prevención, y apoyo efectivo para tí y el menor. Que comience la sanación y a prevenir con comunicación.
