Este es un término utilizado para describir la situación en la que una persona se encuentra atrapada entre el deseo de asumir la responsabilidad y la madurez, y el miedo a perder la inocencia y la libertad de la infancia

Por Maru Lozano

Este mes que dedicamos al amor y la amistad, podemos notar que la relación de pareja no es accidental, ¡nosotros la propiciamos! Ya habíamos abordado que el síndrome de Peter Pan es un término utilizado para describir a personas adultas que tienen dificultades para asumir la responsabilidad y la madurez. A menudo se les llama “niños eternos” o “almas inmaduras”. La expresión se refiere al personaje de ficción de James M. Barrie, Peter Pan, quien es un niño que no quiere crecer.

El dilema de Wendy es un término utilizado para describir la situación en la que una persona -en este caso, Wendy- se encuentra atrapada entre el deseo de asumir la responsabilidad y la madurez, y el miedo a perder la inocencia y la libertad de la infancia. Esto puede ser especialmente cierto en personas que tienen el síndrome de Peter Pan y que pueden sentir que la vida adulta es demasiado seria y restrictiva.

Usualmente elegimos pareja porque algo nos es conocido, algo nos resuena, algo creemos que nos va a satisfacer y que nuestra familia de origen no nos dio. En realidad, al unirnos a alguien, el otro no está obligado a tener las mismas expectativas ni tiene entera culpa cuando algo falla entre los dos.

Parejas tipo mamás

Si tenemos el problema de Wendy, seremos parejas tipo “mamás” que protegen y controlan y el Peter Pan sería él como niño que no quiere crecer.

¿Funcionarán? No, porque sería una relación maternal, no de pareja.

Sí que hemos visto parejas “Peter Pan y Wendy” bien instalados en la comodidad, pero que podrían buscar un amante, ¡es casi seguro! Nadie querrá tener intimidad con la madre o en su caso, con el hijo.

Una relación así, tiene conflictos y cuando la que funge como “Wendy” pide que ambos acudan a terapia de pareja, usualmente el otro acepta por miedo a ser abandonado. Es que el “niño Peter Pan” no querrá asumir sus responsabilidades y protestará constantemente, acuérdate que este tipo de gente no se quiere esforzar para nada.

¿En qué momento una mujer se torna Wendy? Es que ella se siente “menos”, “poca cosa” y permite que los demás controlen sus inseguridades y sus miedos, incluso su rumbo. ¿De qué manera? permitiendo y casi obligando a su niño Peter Pan a que tome el volante de su vida, pero esta mujer siempre estará ansiosa, nerviosa, estresada, ejerciendo el papel de madre abnegada, no de esposa sumisa.

El dilema de Wendy podría interpretarse como una lucha interna por encontrar un equilibrio entre el desarrollo personal y la toma de responsabilidades.

 

El crecimiento personal y el bienestar

Según la perspectiva humanista, la madurez y la responsabilidad son importantes para el crecimiento personal y el bienestar, pero también es importante mantener una cierta cantidad de inocencia y libertad.

Una mujer así que se convierte en “mamá” podría decirse que está enfrentando una crisis de identidad, ya que está tratando de encontrar su lugar en el mundo y decidir cómo quiere vivir su vida. Esto podría incluir la toma de decisiones importantes sobre su carrera, su relación con otras personas y sus responsabilidades personales.

Un terapeuta humanista ayudaría enfatizando la importancia de la autodeterminación y elecciones por uno mismo, por lo que Wendy podría ser alentada a explorar sus valores y creencias y a tomar decisiones que se sientan auténticas y coherentes con ellos. Esto podría ayudarla a encontrar un equilibrio entre la madurez y la responsabilidad, la inocencia y la libertad.

Espera un momento…

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