POR DIONISIO DEL VALLE Terminan las fiestas de la vendimia y, aunque el trabajo continúa en los viñedos, los celebrantes regresan ya a sus lugares de origen, lejos del corazón del vino mexicano que no detiene sus inacabables pulsaciones, cumpliendo con cronométrica fidelidad el eterno ritual de las vides de nuestra tierra. Del cofre de los recuerdos surgen los momentos…
